Una consultora lucense crea un modelo de "cortesía" contra el spam

La experta en comunicación Mar Castro propone una hoja de ruta para no ser molestos o que nuestra reputación se vea perjudicada en las redes sociales
Mar Castro
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La experta en comunicación Mar Castro apela a la "cortesía" en las redes sociales y lo hace a partir de una disciplina que denomina NETiqueta, que define un comportamiento excelente en internet con el que hacer frente al "spam social", que "perjudica la reputación" de quien envía este tipo de mensajes.

Mar Castro (Lugo, 1969) es una consultora en comunicación y protocolo, además de docente en varias universidades españolas, instituciones públicas y entidades privadas, que ha centrado la última parte de su carrera en la relevancia del buen comportamiento en las redes sociales.

Tras participar en el 12º Coruña Bloggers con la conferencia Yo spameo, tu spameas, nosotros spameamos, reflexiona en una entrevista con Efe sobre la evolución de internet y cómo han cambiado las maneras de enviar contenido no deseado o basura.

"En las redes hacemos muchas cosas mal. Aquellos correos basura de hace años ahora han evolucionado en spam social, que no solo llega a los correos electrónicos, sino que se extiende por las redes sociales y las aplicaciones de mensajería como WhatsApp", resume.

Como ejemplo, entre los numerosos casos que se repiten a diario, cita aquellos en los que una persona etiqueta a todos sus conocidos en una fotografía al azar, los envíos de correos insistentemente o escribir a alguien con copia a todas sus cuentas personales, de manera que se multiplica el mensaje.

"En las redes hacemos muchas cosas mal. Aquellos correos basura de hace años ahora han evolucionado en spam social"

"Es una práctica intrusiva y molesta, que no gusta porque la gente necesita tiempo para filtrar, eliminar lo que recibe y pararse a determinar todos los mensajes no deseados, molestos o irrelevantes", continúa.

Los motivos de este spam social son múltiples y muchas veces provienen de los contactos más allegados o de personas que "por su ego, búsqueda de notoriedad o ganas de llamar la atención" saturan las bandejas de entrada de su entorno.

"Esto provoca muchas situaciones negativas como malentendidos, potencia la falta de atención, baja el rendimiento y perjudica la reputación de quien lo manda porque disminuye su credibilidad", agrega.

Este comportamiento está presente también en WhatsApp, con contactos que "continuamente están enviando mensajes y exigiendo participación" o personas que utilizan la mensajería "a altas horas de la noche", además de los que optan por mandar multitud de "mensajes cortos" que provocan numerosas alertas en lugar de uno largo y completo.

"Ahora lo veremos mucho en Navidad. Hay quien en vez de hacer una lista de difusión crea un grupo con todos sus contactos, los felicita y se va del grupo. Es otra forma de hacer spam social", alerta.

"Internet no es anónimo y tiene memoria, por lo que hay que pensar antes de hablar, de escribir o de publicar"


Frente a todas estas prácticas, Castro defiende la NETiqueta, una disciplina que plantea desde Galicia para el mundo y en la que centró hace dos años en la Universidad de Vigo la primera tesis doctoral sobre esta materia. "Es una hoja de ruta para un comportamiento excelente en la red. Creo que ahora hay mucha falta de conocimiento y debido a que los dispositivos son tan intuitivos y fáciles no nos paramos a pensar si lo que estamos haciendo está bien. Nos metemos y nos ponemos a explorar", abunda.

Mar Castro considera fundamental tener en cuenta en todo momento que es necesario saber cómo actuar en función de quién sea el interlocutor y también ve clave la utilización del lenguaje adecuado, pues "exportar el lenguaje de Whatsapp al resto, es un error".

"La cortesía favorece la socialización de las personas y noto que hace falta cortesía en las redes sociales", subraya esta experta en la materia.

En su opinión, esta actitud favorecería la "marca personal" de cada uno, que debe ser positiva, y recuerda que a pesar de que muchos piensen lo contrario, "la identidad física está en juego".

Al hilo de ello sostiene que "internet no es anónimo y tiene memoria", por lo que apela a "pensar antes de hablar, de escribir o de publicar". "Tenemos que molestarnos en hacer un uso responsable, creativo e inteligente de la red, un uso seguro que nos permita estar en contacto con todas las personas, que entre ellas también las hay deseables y otras que no deseamos", concluye.

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