"Ana Julia es lo más malvado que he visto"

Los ‘mindhunters’ de la Guardia Civil tienen ADN gallego, el del capitán José Manuel Quintana Touza, que lleva una década metiéndose en la piel de los delincuentes más malvados para ayudar a resolver sus delitos. Del norte al sur del país, de El Chicle a Ana Julia, duerme con la maleta al lado de la cama porque cada semana le toca plantarse en un escenario criminal distinto

José Manuel Quintana. ESPEJO PÚBLICO
photo_camera José Manuel Quintana. ESPEJO PÚBLICO

EL ANÁLISIS psicológico del comportamiento de los delincuentes es fundamental para la resolución de casos. El FBI fue el primero en incorporar una unidad especializada en este ámbito, en 1972, y tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional lo hicieron hace ya tiempo. Un trabajo que algunas exitosas series de televisión se encargaron de acercar a la gente, aunque no siempre siendo fieles a la realidad.

Sección de análisis de comportamiento delictivo de la Guardia Civil. ¿Son una especie de ‘mindhunters’?

Algo así. Somos cinco personas, tres psicólogos y dos criminólogos, que atendemos en toda España delitos graves contra las personas. Es decir, homicidios o desapariciones que aparenten motivación criminal. También agresiones sexuales graves a menores de ocho años. Nos desplazamos al lugar y nos empapamos del entorno para extraer datos y trazar un perfil criminal, con lo que elaboramos un informe para enviárselo al juez.

"Saber si el autor de un crimen es nervioso o si es frío y calculador nos ayuda a anticiparnos a sus actos aun sin conocerlo"

¿Qué es un perfil criminal?

Una serie de patrones que establecemos sobre el delincuente aun sin conocerlo. Por ejemplo, si es nervioso o impulsivo o si por el contrario es sereno, frío y calculador, con lo que encajaría más en un modus operandi elaborado. A mí si un sospechoso se muerde las uñas o llega tarde al trabajo me dice muchísimas cosas...

De algunos delincuentes suele decirse que son una suerte de Jekyll y Mr. Hyde, que tienen dos caras.

No es que sean bipolares, es que todos tenemos una parte pública de la personalidad y otra privada. Cuando alguien se siente observado nunca se comporta como si es- tuviese a solas. Pero hay unas tendencias más o menos generales.

¿Al elaborar un perfil criminal se centran más en el entorno de la víctima o del sospechoso?

Depende, porque no hay dos casos iguales. A veces de ambos. Entrevistamos a víctimas que no conocen al autor para que nos faciliten su descripción, medio de transporte, qué le dijo o hizo, su acento... Ahí elaboramos el perfil, que nos hace más fácil llegar al sospechoso. Y, del mismo modo, cuando tenemos un nombre sobre la mesa también averiguamos cosas sobre él para saber si puede encajar en el modus operandi.

¿Se entrevistan con conocidos del sospechoso? ¿No tienen temor a que los descubran?

Obviamente a su hermano o a su mujer no les vamos a preguntar. En cada caso valoramos las opciones. Para nosotros lo ideal sería convivir con el sospechoso quince días para conocer sus rutinas y ver su forma de comportarse.

Meterse en la piel del delincuente.

Sí. Nuestra máxima es comprender cómo reaccionaría ante determinadas situaciones para ver si eso coincide con los hechos que estamos investigando.

¿Cuál es el más malvado al que se ha enfrentado?

Ana Julia. Es manipuladora y se sitúa por encima de los demás. Instrumentaliza a absolutamente toda la gente que tiene a su alrededor. Nunca había visto tanta falta de escrúpulos o empatía.

¿Y El Chicle?

Sobre el caso Quer no estamos autorizados a hablar al no haber sido aún juzgado. Yo entrevisté a Tania, la chica a la que intentó raptar en Boiro, un día antes de la detención de El Chicle. 

¿Prisión permanente revisable o no?

A día de hoy no hay recursos suficientes para garantizar que determinados individuos se reinserten en la sociedad, sobre todo en determinado tipo de delitos.

"Los maltratadores sí piden perdón a veces, pero los asesinos suelen negarlo y ocultar pruebas"

¿Cuáles?

Los sexuales. Los datos de reincidencia están ahí. Un violador es como un lodópata, tiene el impulso y le es muy difícil controlarlo. En la cárcel no hay esos estímulos pero fuera sí.

¿Suele apreciar signos de arrepentimiento en los delincuentes?

En delitos más viscerales, como violencia de género, algunos autores toman consciencia del mal que han hecho a posteriori. Pero en los delitos más graves, como asesinatos o violaciones, no solemos apreciar arrepentimiento. Más bien lo niegan y ocultan pruebas.

Supongo que en algunos casos están convencidos de la culpabilidad del sospechoso aunque todavía no han logrado reunir pruebas suficientes. ¿Es agónica esa espera?

Las prisas siempre son malas consejeras. Un ejemplo aunque parezca tonto: puedes ir a un Burger King o a un estrella michelín. Uno es mucho más rápido que otro, pero el producto también es diferente. Si quieres un producto con más garantías de que le guste al comensal, que en este caso es el juez, lleva su tiempo.

¿Y es difícil no caer en la tentación de detenerlo?

Lo fundamental es no tomarse nunca un caso a nivel personal. Hay que saber poner distancia, sino no vales para esto.

¿Qué es un psicópata? ¿Ha dado con alguno?

Sí. Son personas egoístas y a las que no les importa hacer daño a los demás con tal de conseguir beneficio personal. No le importa lo más mínimo el sufrimiento ajeno.

Al encargarse de casos de toda España supongo que viajan mucho.

Sí. De media, en un año con pocos casos hacemos 35 salidas, en un año malo sobre 55, lo que supone una a la semana. Es muy absorbente porque jugamos contrarreloj. No es hacer ocho horas y recoger.

"Hace años no había cámaras ni GPS, pero la sociedad tenía a los malos mejor localizados"
¿Hace treinta años era más fácil cometer un crimen al no haber cámaras ni GPS en los móviles?

No. Entonces los malos estaban mucho más localizados. Fluía mucho más la información entre la gente de a pie, y eso facilitaba mucho más las investigaciones. Ahora tenemos las cámaras y los teléfonos, el ADN… Pero nada es infalible. Yo puedo tener una muestra de semen y que no haya con qué comparar ese ADN.

También habrán evolucionado las técnicas para interrogar. ¿Es mejor ser blando o ‘apretar las tuercas’?

La táctica de presionar y ser poli malo no da resultado, porque lo que se consigue es que el sospechoso se calle y no diga nada. Es mejor la entrevista cognitiva, también para el sospechoso. Es exactamente lo que pasa con un periodista, que obtienes más información con cintura que yendo con el cuchillo entre los dientes.

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