Lugo siempre recibió con los brazos abiertos al cantautor y poeta Javier Krahe. Precisamente por eso, a finales de abril de este mismo año se inauguró un busto en su memoria en la Rúa dos Paxariños, a pocos metros del club de música y arte Clavicémbalo, del que era asiduo.
Pero poco han tardado los vándalos en hacer de las suyas. Este mismo domingo, menos de cuatro meses después de su colocación, la escultura ha aparecido llena de pintadas.
Como se puede ver en las imágenes, los responsables se centraron en cubrir de pintura el pelo y la barba del busto, elaborado por Lomarti en granito gallego y que representa al intérprete sujetando con las manos una guitarra y un micrófono.