El brote de Castro se mantiene en seis casos tras otras 145 PRC negativas

Los contagiados fueron reubicados en otro inmueble de la localidad
Aumenta la vigilancia en Castro. SILVIA IGLESIA
photo_camera Aumenta la vigilancia en Castro. SILVIA IGLESIA

El brote de Castro continúa estancado con seis positivos, después de que las 145 PRC realizadas este jueves a otros temporeros diesen todos negativo, según informó este viernes el Sergas. En total, en el marco de este brote, se han realizado 315 pruebas de este tipo.

Por su parte, los seis contagiados entre los trabajadores de los invernaderos de Pacios (Begonte) y O Arneiro (Cospeito) fueron trasladados a un nuevo inmueble, situado en el casco urbano de Castro de Ribeiras de Lea, muy cerca de la céntrica carballeira. Desde allí mantienen un aislamiento más eficaz que el que podían llevar en su anterior vivienda, en la que las dependencias son compartidas por plantas y donde sí siguen confinados casi medio centenar de jornaleros, al tratarse de contactos estrechos del primer caso positivo —convivientes, con el mismo lugar de trabajo y que viajan en el mismo medio de transporte—.

Al tiempo que se incrementa el aislamiento en Castro, también lo hace la vigilancia policial. Este jueves, una patrulla de la Guardia Civil velaba por que ninguna persona entrara o saliera del edificio en cuarentena y controlaba los vehículos que circulaban por la localidad y el uso de la mascarilla en la zona en la que residen ahora los seis trabajadores contagiados.

Una cifra que se estanca por el momento, después de que el Sergas realizara a lo largo del miércoles un total de 110 pruebas PCR a otros temporeros de la empresa que, pese a no convivir con el primer caso detectado —estos residen en el concello de Guitiriz—, sí trabajan en la misma plantación que él, en la ubicada en Pacios. Todas dieron negativo, al igual que las 145 PCR realizadas el jueves, según informó estse viernes el Sergas.

Estas últimas pruebas las realizó un equipo del Servicio Galego de Saúde trasladado de nuevo a Castro de Ribeiras de Lea. Su objetivo era completar otro centenar de pruebas al resto de trabajadores de la firma hortofrutícola, que actualmente viven en el antiguo hostal Cóndor y en el Tojo, así como a una vivienda en el barrio de A Espiñeira, muy próximo a Feira do Monte (Cospeito), donde también conviven unos 30 jornaleros.

Al igual que en el caso de los de Guitiriz, no son considerados contactos estrechos de los positivos, por lo que al no portar el virus no tienen la obligación de permanecer aislados. La intención de los equipos sanitarios es la de que no quede ningún empleado de la empresa Surexport sin su preceptivo test de Covid-19.