Los botellones que se suceden las últimas semanas en el barrio de O Carme han acabado por colmar el vaso de la paciencia de los propietarios del barrio sobre la situación de abandono en que entienden que se mantiene la zona desde hace lustros.
Las fiestas juveniles, que acaban con la zona llena de basura, están provocando indignación y algunos propietarios se reunieron el martes para empezar a organizarse y reclamar al Concello que mueva ficha en la protección de la zona.
Los mayores problemas se están registrando en el entorno de los huertos que hay entre el fondo de la calle do Carme y la Ronda do Carme, según explicaban ayer en la zona, donde crece el malestar.
"Los vecinos están hartos del abandono total y esto, encima, no es lo que más conviene en este momento", explicaban el martes en la zona, donde inquietan las concentraciones de jóvenes en un momento de crisis sanitaria.
El Concello está enviando a través de sus redes mensajes a los jóvenes recordando que el botellón está prohibido en estos momentos y llamando a respetar el patrimonio y los espacios públicos. Sin embargo, las reuniones se repiten, aprovechando que la zona, aunque céntrica, está muy aislada, para desesperación vecinal.
