Los municipios de Castroverde, Samos y Guntín celebraron durante la jornada del domingo sus respectivas ferias de artesanía, en las que las demostraciones de oficios tradicionales en vivo fueron uno de los mayores reclamos.
La XIII Feira de Artesanía e Gastronomía de Castroverde se mantiene como una de las celebraciones más asentadas en la villa. Puestos de cestería, cerámica, joyería, fieltro, alfarería o pintura llenaron el recinto ferial en un día en el que los platos fuertes eran el desfile de moda organizado por la fotógrafa María Nogueira, la concentración de vehículos clásicos o los distintos espectáculos de magia.
El pregón corrió a cargo de Cándido Díaz Muela, director musical de Zuncurrundullo, a quien la concejala de cultura, Pilar Ferreiro, agradeció "que nos acompañara coa súa música dende a primeira edición, no 2006".
Además, el escritor Ricardo Polín presentó su libro El caballero verde, ambientado en la fortaleza de Castroverde y en Guntín.
Precisamente en este segundo concello también se celebró otra feria artesanal. En concreto, el evento se desarrolló al lado del monasterio de Ferreira de Pallares con una docena de artesanos participantes.
"Estamos encantados coa gran cantidade de xente que veu este ano; moitos viñeron de fóra", explicó Carlos Vázquez, presidente de Amigos do Mosteiro de Ferreira de Pallares. Los visitantes pudieron disfrutar de una degustación de filloas gratuita, de un campeonato de tute o de actuaciones musicales a lo largo de todo el día.
La Diputación de Lugo colaboró con estas dos ferias, que reunieron a un gran número de asistentes.
SAMOS. Por su parte, en Samos se celebró la XXII Feira de Produtos Artesanais, que tuvo como pregonera a la monja benedictina Francisca Pérez Mayo, conocida como sor Paquita.
En su intervención, destacó la importancia de este tipo de eventos para "recuperar la artesanía perdida y reconocer la conservada", animó a poner en valor el municipio y tuvo palabras de ánimo "para todas las personas que sufren o pasan por momentos difíciles".
La feria, organizada por la Asociación de Comerciantes e Artesáns de Samos, congregó a más de 40 puestos y contó con música, demostraciones de oficios tradicionales y una muestra de coches antiguos.
