Las elecciones generales del próximo domingo y la precampaña de las municipales marcaron el último pleno ordinario del mandato, en el que el tono bronco apareció por momentos, sobre todo durante el debate de una iniciativa del PP en la que se instaba a censurar a la alcaldesa por incumplir acuerdos plenarios y que acabó aprobada. Ciudadanos, BNG y Ace-EU apoyaron la moción popular, mientras que Lugonovo se abstuvo al considerarla su portavoz, Cristina Pérez, una "burda campaña electoral", a la vez que recordó al PP que tuvo cuatro años de mandato para presentar una moción de censura.
Sin embargo, Pérez, al igual que el resto de portavoces de la oposición, criticó al gobierno local por no haber puesto en marcha gran parte de las mociones aprobadas e incluso Carlos Portomeñe, de Ace-EU, se lamentó de que en la comisión de seguimiento de acuerdos plenarios que se llegó a crear "foi constante" que el gobierno argumentase que las propuestas estaban "en execución ou pendentes, pero non era así", apostilló.
El portavoz popular, Antonio Ameijide, había pedido la "censura" para la alcaldesa por su "soberbia" y "falta de respecto á corporación e á cidadanía" al explicar que, en el caso de las mociones presentadas por su grupo, el 95% de las aprobadas "foron incumpridas". Mientras, Olga Louzao, de Cs, aprovechó el debate para criticar al PP por haber sacado adelante polémicas iniciativas con el PSOE y puso el ejemplo de las dedicaciones exclusivas de los concejales, el acuerdo para eximir de Ibi a la Xunta para equipar el nuevo auditorio o una modificación de crédito para realizar inversiones.
Mientras, el socialista Miguel Fernández acusó al PP de estar en campaña y a toda la oposición de haberse dedicado a "bloquear" durante el mandato y recordó que si el gobierno tuviese que ejecutar todas las iniciativas aprobadas "quedarían sen facer moitas cousas" como los proyectos del Edusi o el ascensor de Fontiñas, una obra que Ameijide le recordó en la réplica que fue una iniciativa del PP. Además, el edil popular finalizó su intervención augurando que la regidora cerraría ese debate, utilizando la prerrogativa que tienen quienes presiden los plenos.
"Non tiña pensado intervir, pero estou no meu dereito e non o saben respectar", replicó Lara Méndez, quien acusó al edil popular de faltarle al respecto a ella y a todos los lucenses. "Ata o 26 de maio son a alcaldesa e ata o 15 de xuño, sereino en funcións", añadió la regidora, para luego reprocharle a Ameijide que él "non ten nin a oportunidade de decidir quen é o seu candidato".
Méndez también incidió en que el pleno municipal es un órgano "de representación e non de decisión", que está todo reglado y que si el PP considera que no se cumple la lei "sabe onde ir", en alusión a las denuncias judiciales presentadas por los populares. "Nun mes saberemos cal foi a capacidade de trasladar aos vecinos o noso traballo. Acataremos o que decidan", zanjó la regidora.
CONTRATOS MENORES. No fue esta la única enganchada del pleno de Lara Méndez con un portavoz de la oposición, ya que también tuvo un rifirrafe con Carlos Portomeñe tras insinuar este último durante el debate de una iniciativa en la que se instaba a volver a publicar en la web municipal los contratos menores que en las adjudicaciones a empresas actuaban los "fontaneiros do Concello". "Non permito que se poña en dúbida a honorabilidade dalgún funcionario", clamó la alcaldesa, para luego reprocharle al portavoz de Ace-EU que llevase cuatro años sembrado dudas sobre la actuación de la administración local.
La moción quedó aprobada, aunque el grupo proponente admitió que en la práctica ya no daba tiempo a aplicarla.
