88-84. El Breogán logra ante el Melilla su cuarto triunfo consecutivo

Un instante del encuentro entre el Breogán y el Melilla VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un instante del encuentro entre el Breogán y el Melilla VICTORIA RODRÍGUEZ

Cuarto triunfo consecutivo del Leche Río Breogán. Los anteriores triunfos fueron ante tivales — Huesca, Marín y Canoe— con objetivos mucho màs modestos que los del equipo lucense y por eso era fundamental que los de Diego Epifanio refrendarán ante uno de los grandes como el Melilla Baloncesto la clara evolución en su juego. Y el Breogán respondió. No fueron las últimas semanas fáciles para la plantilla breoganista a causa de las lesiones — ayer no jugaron José Nogués ni Dago Peña mientras que el sustituto de Thomas de Thaey, Marshall Powell vio el encuentro desde las gradas— pero el equipo supo compensar esos problemas, sobre todo en la posición de cuatro a pesar del trabajo de Gavrilovic, y mostrar que su trabajo va por el buen camino. 

Este sábado el Leche Río Breogán solo le faltó continuidad para, en especial en el tercer cuarto, no bajar su actividad defensiva y sobre todo no caer en ataque en la precipitación cuando no hubo opción para correr o cuando no entraron los primeros tiros. También tuvieron problemas los breoganistas en la defensa del "cuatro" rival, Amadou Sidibe que con 25 puntos y 10 rebotes fue el encargado— aunque luego se sumaría Matulionis— de que su equipo llegará con opciones de triunfo al tramo final del encuentro.

Pero siendo estos aspectos a mejorar —la llegada de Powell está encaminada a no sufrir ante jugadores como el costamarfileño del Melilla y la precipitación está más unida a la ansiedad por ganar que a otra cosa— el balance del juego del Breogán ayer tiene que ser necesariamente positivo. El equipo lucense realizó un primer período al que no se le pueden poner reparos. Ninguno.

El equipo lucense ya empezó el encuentro con una intensidad muy superior a la de su rival. Mucha actividad defensiva, y atención preferente al rebote — el Melilla es uno de los mejores equipos de la liga en este apartado— donde los locales también se impusieron. Pero, además, y a diferencia de encuentros anteriores, el conjunto celeste mostró equilibrio, de los 29 puntos anotados en el primer cuarto 15 fueron conseguidos por sus jugadores interiores, y además corrió y anotó en transición, algo también casi desconocido hasta ahora. Para redondear su actuación, el Breogán mostró un alto nivel de acierto en el tiro (8 triples de 15 intentos al descanso) y con una sola pérdida. Todos los jugadores fueron capaces de responder a un buen nivel y ni siquiera la intensidad o el acierto se rebajó lo más mínimo con un cambio de cuatro jugadores a los cinco minutos del inicio.

Demasiado para que el Melilla pudiera responder.  y así las diferencias fueron aumentando hasta alcanzar los 19 puntos, (53-34) en el minuto 19 tras un robo de balón de Sergi Quintela. Lo mejor para los norteafricanos es que dos tripoles consecutivas, una de Matulionis y otra de Misters— les permitía llegar al descanso aún con vida. 

Y los de Alejandro Alcoba no se rindieron, salieron en la reanudación dispuestos a defender sus opciones. Un parcial de 0-8 en los primeros instantes del tercer cuarto cambiaron la tranquilidad del Pazo por cierto nerviosismo. Y es que tanto en la plantilla como entre el público aparecieron recuerdos de partidos precedentes donde los breoganistas se perdieron en  sus errores, generalmente surgida, como ayer, por su precipitación y ganas de resolver. Aunque Maxime Fall, Roope Ahonen y Salva Arco, los dos últimos con sendas canastas triples, salieron al rescate de su equipo y devolvieron una diferencia significativa (63-48) minuto 25, el conjunto melillense ya había comprobado que podía luchar por el triunfo y además ya no tenían nada que perder. Y este convencimiento en un equipo de calidad no deja de ser un peligro evidente. Y así fue. 

Mientras el Breogán dudaba, el Melilla de la mano de un Osvaldas Matulionis — anotó 24 puntos con seis canastas triples de ocho intentos— y un Amadou Sudibe ambos en plan estelar llegaron a empatar el encuentro, (75-75) a falta de tres minutos para finalizar el encuentro. Pero, y esta es también una noticia positiva para el equipo lucense, los locales supieron reaccionar, apretaron en defensa, se hicieron con los rebotes en este tramo final y en ataque recuperaron el orden y el acierto para en solo dos minutos endosar un parcial de 10-0 que sentenció de forma definitiva el partido. Los últimos instantes el Melilla redujo las diferencias pero ya sin opciones

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