"Esa noche llevé a una chica a Lugo y no pisé la nave, yo no la quemé", alega el dueño de Toirán

El empresario  acusado de incendiar su mueblería, sita en O Corgo, reconoció ante el juez que también tenía un negocio relacionado con la prostitución y dijo que modificó varias veces su testimonio para ocultarle "algunas cosas" a su mujer

El acusado de quemar su mueblería, en el Penal número 2 de Lugo. P.V.
photo_camera El acusado de quemar su mueblería, en el Penal número 2 de Lugo. P.V.

"La noche del incendio llevé a una chica a Lugo, volví al Club La Peonza y después la llevé a Castroverde. No pisé la nave en ningún momento. Soy inocente de todo". Así de rotundo se mostró este miércoles el propietario de muebles Toirán, la empresa de O Corgo que quedó totalmente calcinada en un incendio registrado hace nueve años. El hombre, M.V.V., fue acusado de provocar el incendio para cobrar la indemnización del seguro y se enfrenta a una condena de tres años de prisión.

Según alega la Fiscalía, el voraz incendio se inició sobre las siete y media de la mañana del 21 de abril de 2010. Ese día, el acusado acudió a la nave donde tenía su negocio de exposición y venta de muebles —sita en la recta de Sabarei— y cortó desde dentro del recinto la línea telefónica que conectaba la nave con la central de alarmas. Acto seguido, "a fin de simular un robo", prendió fuego y roció las instalaciones con líquido acelerador de la combustión "con la intención de que el fuego se propagase por toda la nave y sus dependencias".

Yo no le debía dinero a nadie. Ni a Hacienda ni a los empleados ni a los proveedores. No necesitaba cobrar dinero del seguro

El acusado pretendía así "beneficiarse ilícitamente de la cobertura de la póliza contratada cuatro meses antes con la compañía aseguradora, que cubría el riesgo de incendio sobre el continente, por importe de 700.000 euros, y sobre el contenido, por importe de 900.000 euros", cantidades que no llegó a cobrar.

El fuego se extendió "rápidamente y con gran intensidad", por lo que la nave y todo su contenido quedaron completamente destruidos. Tras el suceso, los primeros indicios hicieron creer a los investigadores que el fuego se había originado por una llama directa desde el interior y que había sido intencionado. Finalmente, las pesquisas señalaron al propietario de la nave, M.V.V., como presunto autor del fuego, por lo que fue acusado de un delito de incendio en bienes propios.

Unos días antes pinté varios camiones y arreglé las aceras. Cuidaba el negocio para dejárselo a mis hijos. Soy inocente

Según explicó este miércoles el perito de la Guardia Civil que investigó el incendio, las marcas del acelerante "eran evidentes". Además, habían desconectado la alarma y habían cortado el cable telefónico para anular la comunicación con la central de alarmas. "También nos llamó la atención la actitud del propietario", dijo, "ya que no se mostraba preocupado y jamás preguntó por la investigación ni se interesó por saber si el incendio había sido provocado o fortuito".

DEFENSA. El acusado, sin embargo, defendió su inocencia y contó una versión muy diferente de lo que sucedió ese día. Según reconoció, además de la mueblería, en aquel momento tenía "otro negocio" y por las noches solía trasladar a chicas desde un club de alterne hasta diferentes localidades. "Esa noche llevé a una chica a Lugo sobre las cuatro de la madrugada, volví a La Peonza y después la llevé a Castroverde. Allí nos perdimos y llegaría a casa sobre las siete. Poco después me llamaron a la puerta unos vecinos para decirme que me estaba ardiendo la mueblería".

Me contradije en las declaraciones, pero por un motivo personal. A mi mujer no le gustaba que trasladara a las chicas

Según manifestó, no es cierto que nunca se hubiera interesado por la investigación, "pero tuve una depresión y dejé que mi hija se encargara de todo. Yo no le debía dinero a nadie. Estaba al día con Hacienda, con la Seguridad Social, con los empleados y con los proveedores. Además, poco antes del fuego cambié la imagen corportiva de la empresa, por lo que pinté y rotulé los camiones, y estaba arreglando las aceras que rodeaban la exposición. Mi mujer y yo trabajamos 45 años en ese negocio y lo cuidábamos para dejárselo a nuestros hijos. Nos quedamos sin nada y la compañía aseguradora se lavó las manos. Desde el primer momento, quiso culparme a mí y no pagar, pero yo no hice nada. Soy inocente", recalcó.

La acusación sostiene que el incendio fue intencionado y que el autor entró con la llave: 'No hay dudas de que fue el dueño"

SOBRESEIMIENTO. El abogado de la defensa recordó en la vista que la Fiscalía solicitó hasta tres veces el sobreseimiento del caso, que llegó a juicio por los recursos que presentó la aseguradora. "El fiscal no veía pruebas contra mi cliente y ahora pide su condena, pero ya adelanta que, si la sentencia es absolutoria, no la recurrirá, lo que evidencia que no ve muchas pruebas en su contra", dijo. Sobre las contradicciones de su cliente reconoció que cambió varias veces su versión, pero el propio acusado explicó que lo hizo "por motivos personales, para ocultarle algunas cosas a mi mujer".

El letrado de la compañía, por su parte, insistió en que un testigo vio un Mercedes gris —coche que tenía el acusado— delante de la nave poco antes del incendio. Sin embargo, esta persona declaró el miércoles que no recordaba la marca ni el color del vehículo, mientras que otro testigo aseguró que vio salir del recinto "un coche blanco, no gris". Finalmente, el juicio quedó visto para sentencia.

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