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El urbanismo tensa el gobierno local

El concejal Miguel Couto no pudo reorganizar las jefaturas de su área a su gusto tras parar la alcaldesa los nombramientos
Miguel Couto y Lara Méndez con los técnicos en la visita al centro social. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Miguel Couto y Lara Méndez. VICTORIA RODRÍGUEZ

LARA MÉNDEZ afrontó su segundo mandato al frente del Concello con la comodidad de haber podido formar una candidatura sin presiones del partido y también con la ventaja de haber logrado un acuerdo con el BNG para formar un gobierno que, pese a las vicisitudes generadas por la pandemia, apenas ha dado que hablar en cuestión de roces, por mucho que la oposición lo haya intentado introduciendo en los plenos mociones sobre asuntos en los que socialistas y nacionalistas discrepan.

Sin embargo, el Concello no es una balsa de aceite como puede parecer a primera vista y también han aflorado las tensiones incluso entre compañeros de grupo municipal a cuenta de la elección del personal de confianza. La reordenación de equipos que se inició a principios de mandato generó recelos sobre todo entre los funcionarios que optaban a asegurarse una jefatura de servicio, aunque también parece que saltaron chispas entre la alcaldesa y el concejal Miguel Couto a cuenta del nombramiento que se acaba de producir al frente de Arquitectura y del que queda pendiente en Urbanismo, dos servicios que dependen del área que dirige el edil socialista.

El malestar estaría causado porque Couto habría propuesto una serie de nombres para cubrir las vacantes en esos servicios que, inicialmente, contaban con el visto bueno de la regidora. Sin embargo, cuando parecía que el proceso estaba ya cerrado y los funcionarios elegidos para los puestos se preparaban para aterrizar en el Concello de Lugo, hubo un cambio de última hora, al parecer auspiciado por la alcaldesa, que no gustó al concejal de urbanismo. De hecho, Miguel Couto, preguntado sobre qué opina de lo ocurrido, se limitó a contestar con un: "De ese tema no voy a hablar", e incluso en los pasillos del consistorio corre el rumor de que el edil amenazó con dimitir.

El caso es que los cambios en Arquitectura y Urbanismo incluso habrían sido avanzados en reuniones con promotores y constructores de la ciudad, quienes desde el inicio de este mandato dieron la voz de alarma por los perjuicios que les causaban los retrasos en la concesión de licencias de obra, un problema que se fue solucionando con el refuerzo de personal en el área.

Finalmente, para la jefatura de Arquitectura, que en principio iba a ocupar una funcionaria destinada en la Xunta y que es la arquitecta municipal de A Pontenova, fue designado un funcionario de la casa, mientras que el nombramiento al frente del servicio de Urbanismo quedó en el último momento sobre la mesa, a pesar de que durante el proceso al que concurrieron cinco funcionarios se llegó a proponer para el puesto a una trabajadora del Ayuntamiento de Collado-Villalba, al destacar "pola ampla formación actualizada recibida nos últimos anos relacionada coas funcións do posto de traballo convocado", según consta en un decreto que iba a aprobar la junta de gobierno y que al final quedó sobre la mesa.

En todo caso, la marejada en el gobierno por este asunto parece haber amainado en los últimos días, aunque llamó la atención que Miguel Couto no posase para la foto de la toma de posesión del jefe de Arquitectura, en la que sí aparecían la alcaldesa y la concejala de gobernanza, Paula Alvarellos.

El edil de urbanismo parece que, en todo caso, pretende llevar a cabo su hoja de ruta para esta concejalía, con independencia de quiénes dirijan los servicios. De hecho, Couto, un ingeniero industrial que hasta su elección como concejal socialista era director de Asepeyo Mutua, logró desatascar en año y medio algunos asuntos urbanísticos enquistados como el cambio del Pepri para la urbanización de la esquina entre San Roque y Montero Ríos o la ejecución subsidiaria de las obras de seguridad en el ruinoso edificio número 48 de la Ronda da Muralla. También consiguió acelerar el complejo proceso de expropiación de terrenos para desdoblar un tramo de la Avenida Duquesa de Lugo, que se había iniciado en 2016, una labor en la que seguramente le ayudó su experiencia como vocal del Xurado de Expropiación de Galicia.

Además, el socialista es uno de los concejales más valorados por los grupos de oposición, que destacan que es de los pocos que acude a las comisiones a responder a sus preguntas con la documentación necesaria y con las respuestas preparadas.

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