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Poder femenino con matices

Dos mujeres dirigen los grandes partidos en Lugo, pero las populares ocupan menos cargos
Lola Castro y Elena Candia, únicas mujeres del grupo provincial del PP, con compañeros. PEPE TEJERO (ARCHIVO)
photo_camera Lola Castro y Elena Candia, únicas mujeres del grupo provincial del PP, con compañeros. PEPE TEJERO (ARCHIVO)

LA INCORPORACIÓN de las mujeres a la política, como muchas otras cosas, llegó más tarde a Lugo. Casi cuatro décadas después de las primeras elecciones democrática, en las que nueve hombres ocuparon los escaños al Congreso y Senado por la provincia, la situación ha cambiado y, en las últimas generales dos mujeres socialistas y una popular lograron hacerse con tres de los ahora ocho sillones que representan a Lugo.

Además, desde hace cuatro años la capital lucense tiene al frente de la alcaldía por primera vez a una mujer, Lara Méndez, una política que suele recordar que tuvo que derribar muros para las féminas, ya que fue la primera líder del PSOE en Cervo y la primera vicepresidenta de la Diputación de Lugo.

La política en la provincia podría decirse que ahora tiene rostro de mujer, por cuanto dos féminas lideran los dos principales partidos: Elena Candia preside el PP y Patricia Otero dirige el PSOE. Sin embargo, si se analiza a fondo la situación de ambas formaciones y sus cuadros de mando se puede comprobar que las socialistas están mejor posicionadas a la hora de acceder a cargos públicos y además este partido posee una amplia cantera con perfiles de todo tipo para ocupar alcaldías, escaños parlamentarios o incluso la representación del Estado, donde otra mujer, Isabel Rodríguez, está al frente de la Subdelegación del Gobierno.

Mientras, en el PP podría parecer que Poder femenino con matices la situación es similar, por cuanto Elena Candia también llegó a romper barreras al haber sido, aunque durante unos meses, la primera presidenta de la Diputación de Lugo. Sin embargo, la también alcaldesa de Mondoñedo y la regidora de Folgoso do Courel, Lola Castro, son las únicas mujeres de un grupo provincial con doce escaños. Además, los populares solo tienen al frente de dos alcaldías más a féminas, Olga Iglesias, en Triacastela, y María José Gómez en Guntín, mientras que los otros 27 bastones de mando que ostenta en la provincia están ocupados por hombres.

Y eso que Candia se disputó el liderazgo en el PP lucense con otra mujer, Raquel Arias, que también abrió sendas controladas por hombres, pues fue la primera alcaldesa de Sober y primera delegada territorial de la Xunta en Lugo. Pero la derrota en aquellas primarias la apartó de la primera línea y ahora ocupa una cómoda pero poco lustrosa secretaría de la Mesa del Parlamento.

En esa Cámara está la vilalbesa Sandra Vázquez, una joven valor del partido, aunque en sus inicios políticos fue usada como moneda de cambio al ser obligada a dimitir como senadora para dejarle el escaño a Gerardo Criado. Eso sí, ese puesto en el Senado lo ocupó después otra mujer con futuro en el PP, la quiroguesa Rosa Arza.

En el Concello de Lugo, la profunda renovación en la lista que lideró Ramón Carballo dejó cuatro nuevas concejalas con perfiles técnicos que tendrán que trabajar su faceta política, aunque en este grupo son muy dados a desaprovechar a mujeres tras bregarse en el mundo municipal, como ya ocurrió hace años con Cristina Ares o, más recientemente, con Mari Teijeiro.