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Lugo en la agenda nacional

La provincia necesita que los problemas de Alcoa y Endesa sean una cuestión de Estado
Protesta de trabajadores de Alcoa en Viveiro. AEP
photo_camera Protesta de trabajadores de Alcoa esta semana en Viveiro. AEP

APAGA Y VÁMONOS, dirán los últimos trabajadores de Endesa y Alcoa que echen el cierre de las empresas que más han aportado al desarrollo de las comarcas de A Mariña y Terra Chá si en los próximos meses no se pone remedio a los problemas que las convierten en inviables para continuar produciendo.

Apaga y vámonos también dirán entonces los cientos de familias asentadas en el entorno de las factorías y los trabajadores de las empresas auxiliares, formando una tormenta perfecta para agravar la ya de por sí preocupante despoblación que sufre sin remedio la provincia de Lugo.

Inmersos en la tercera campaña electoral del año que acabó anoche, los políticos lucenses no han sido capaces de convertir en una cuestión de Estado la situación de estas dos empresas pese a tratarse de una situación de emergencia para el empleo y la economía de la provincia. Solo la movilización de los trabajadores ha conseguido llamar la atención en un momento en el que la situación de Cataluña o el traslado de los restos del dictador de su mausoleo acapararon los titulares, mientras los reproches sobre qué partido fue el culpable de que se llegase a esta situación de nada sirven para evitar que desde despachos lejanos se acabe dictando la sentencia de muerte al sector energético gallego y a una industria de referencia en el sector del aluminio.

La descarbonización de las centrales eléctricas, como quiera que era algo previsto, se ha visto compensada con el surgimiento de un sector eólico donde Lugo supo posicionarse con una multinacional asentada en Viveiro como Vestas y con parques repartidos por toda la provincia. Sin embargo, el varapalo que sufrirán As Pontes y Terra Chá con el cierre de Endesa difícilmente se mitigará con el valor añadido que generen los eólicos.

Pero la auténtica catástrofe para la provincia llegará si, como auguran ya algunos candidatos lucenses, Alcoa anuncia el cierre de la planta de San Cibrao tras la resaca del 10-N. La subida de los costes de producción para una planta cuya rentabilidad depende del precio de la electricidad es motivo suficiente para que un consejo de administración de una multinacional que casi controla el mercado mundial del aluminio apruebe un apaga y vámonos para trasladar la producción a otro país. En una zona industrializada de centroeuropa, una decisión así apenas afectaría a la economía de la región, aunque en el caso de Galicia y Lugo, el desmantelamiento industrial que puede provocar la transición ecológica, generaría una crisis de la que será difícil recuperarse en una sola década.

Puede que una jornada como la de hoy anime a los futuros diputados y senadores por Lugo a reflexionar sobre el papel que deberían de jugar ellos en el Congreso y el Senado para intentar que el debate sobre el futuro de la provincia se vincule a tratar de salvar Endesa As Pontes y Alcoa o, en caso de que el cierre sea irreversible, a reivindicar un plan para paliar los efectos catastróficos que se provocarán en la economía de la provincia.

El Edusi está gafado

El proyecto estrella de Lara Méndez como alcaldesa, el programa Edusi, parece gafado, porque los grandes proyectos de este plan financiado por la UE y que dispone de más de 12 millones de euros no acaban de arrancar. El más llamativo, la pasarela sobre la N-VI frente al estadio Ángel Carro, tendrá que volver a ser licitado al renunciar la adjudicataria. De momento, el dinero de Europa solo sirvió para hacer un alcantarillado.

El BNG y las fotos

Junto a obreros que arreglan adoquines o tapan baches, mirando a la Ronda desde la muralla para ilustrar un plan de tráfico o subidos a un bus para anunciar el refuerzo, los ediles nacionalistas tratan de ilustrar cada una de sus actuaciones en el gobierno. Aunque los concejales del BNG levantaron el pie tras recibir un aviso de la junta electoral, lo previsible es que una vez pase el domingo se reactive el furor fotográfico.

Competencia sana

La competencia dicen que es sana y en el gobierno local da la impresión de que socialistas y nacionalistas se están afanando por competir para cambiar a base de trabajo la imagen de parálisis que se ofreció durante el anterior mandato. En el caso de los ediles del PSOE que controlan algunas de las áreas menos vistosas, su trabajo comienza a dar frutos para dotar de más personal al Concello o reactivar proyectos encallados.

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