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Sin retorno

El traslado de la sala del 091 a dependencias de la Policía Nacional en A Coruña genera posturas encontradas

Siempre es recomendable hacerlo. Escuchar a los demás. Tener en cuenta a aquellos que opinan de una forma diferente. Contrastar distintas versiones de una misma realidad. A veces, si somos lo suficientemente permeables, al analizar lo que otros nos cuentan a lo mejor cambiamos de parecer. Mantenerse impertérrito en una postura y hacer oídos sordos a lo que dicen las personas que piensan de forma diferente es, por lo general, una muestra de sectarismo obtuso y poco edificante.

No tenemos por qué renunciar a nuestras convicciones. Tampoco rendir nuestros argumentos a la primera. Es saludable, en todo caso, estar siempre dispuestos a capitular cuando nos damos cuenta de que no tenemos razón o, en todo caso, a moldear nuestra posición frente a cualquier tema si apreciamos que en algún momento hemos metido la pata o no hemos estado acertados del todo a la hora de emitir un juicio de valor.

Dentro de pocos días será desmantelada la sala operativa del 091 en la Comisaría Provincial de Lugo. El teléfono de emergencias para ponerse en contacto con la Policía Nacional en nuestra ciudad, que en la actualidad atiende a unas 2.400 llamadas mensuales, seguirá funcionando, pero ya no lo hará desde la planta baja de las dependencias policiales en la calle Chantada, sino desde las instalaciones habilitadas por el Cuerpo en A Coruña, donde quedará centralizada la atención telefónica. Esa situación ha motivado protestas por parte del Sindicato Unificado de Policía, porque opina que la prestación perderá inmediatez y eficacia. También ha sido censurada por el Partido Popular y cuestionada, asimismo, por la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Lugo, al entender que vamos a perder un servicio de proximidad en la capital lucense. Otro más.

La Subdelegación del Gobierno en Lugo, en cambio, ha defendido esta decisión. Afirma que el servicio no perderá calidad y, al centralizar la atención telefónica en la sala del 091 instalada en A Coruña, nueve agentes quedarán liberados de esa función, podrán incorporarse al trabajo de calle en Lugo y dedicarse a investigar delitos. Ese argumento ha sido rechazado por aquellos que se oponen al traslado, porque recuerdan que lo que debería hacer el Ministerio del Interior es reforzar la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía en la ciudad, debido al déficit que arrastra desde hace años, y no colocar parches que no son suficientes para tapar el agujero en cuestión.

Tengo que reconocer que hasta hace unas horas estaba totalmente de acuerdo con la postura de aquellos que se oponen al traslado de la sala del 091. Básicamente porque creo que un porcentaje importante de las llamadas que realizan los ciudadanos a ese teléfono están relacionadas con situaciones que implican una relativa urgencia en la respuesta por parte de la policía. Pienso que si los agentes encargados de la centralita están adscritos a la Comisaría Provincial de Lugo, conocerán mejor la ciudad, a los compañeros que están de servicio, las características singulares de cada zona e incluso, pasado un tiempo, a las personas que llaman y a los posibles sospechosos cuando se comete algún tipo de delito.

Sigo pensando lo mismo, pero ya no me puedo mostrar tan firme en mis convicciones. El motivo son los argumentos que me presentó, con la seguridad que aporta la propia experiencia, un amigo que tuvo en su momento responsabilidades importantes al frente del 091. Me explicó que en Madrid se le presta servicio a cinco millones de personas desde una única sala o que hace tiempo que las llamadas de A Coruña, Santiago de Compostela, Ferrol y Ribeira están centralizadas en la comisaría de Lonzas, en la ciudad herculina. También las de Monforte, Viveiro y Lugo en la calle Chantada. "Sin ningún problema", añadía.

LIBERAR FUNCIONARIOS. Me ponía como ejemplo el funcionamiento de otros servicios de emergencias como el 112 o el 061. Defendía que la atención al ciudadano no perderá ni calidad ni eficiencia y, en el caso de comisarías como la de Lugo, liberará a funcionarios para realizar otros trabajos que no son menos importantes. Son argumentos que coinciden, por cierto, con los defendidos por la representante del Gobierno en esta provincia, lo cual podría levantar suspicacias. Sucede, sin embargo, que esta persona no es sospechosa de cojear, precisamente, del pie izquierdo.

Sigo pensando que ese servicio estaría mejor en Lugo, pero sus argumentos me han puesto a pensar. Es lo que tiene escuchar a los demás. En todo caso, parece que no hay marcha atrás. El 091 comenzará a prestar servicio desde A Coruña en marzo. Ya veremos quién tenía razón y quién estaba equivocado. Estaría encantado de reconocer, pasado un tiempo, que mi percepción era totalmente errónea. Por supuesto, sería bueno que los políticos que han tomado esta decisión se comprometiesen a hacer lo mismo. A regresar por el camino andado si la cosa no marcha bien. Pero eso no va suceder. Existen pocos precedentes.

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