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La provincia total

El brote de coronavirus detectado el pasado 23 de junio en el municipio de Xove obligó a las autoridades sanitarias a decretar el cierre temporal de A Mariña para frenar la propagación del Covid19. Hasta ese momento, la comarca había pasado con relativa tranquilidad los peores momentos de la pandemia y se perfilaba como un magnífico destino para ser visitado durante este verano. A fin de cuentas, la costa de Lugo, lugar de segunda residencia de muchas familias de la provincia -y de otras comunidades autónomas-, ofrece muchos atractivos a aquellos que se deciden a pasar unos días en compañía de su gente. Magníficas playas de mar abierto y arena fina, una rica gastronomía, personas hospitalarias y paisajes que se quedan grabados en la memoria.

La alerta sanitaria pasará. Seguro que sí. Poco a poco, todo volverá a la normalidad y aquellos que se acerquen hasta A Mariña seguirán bajando a la arena de la Praia das Catedrais para sentirse afortunados, y pequeños al mismo tiempo, ante ese capricho de la naturaleza convertido en Monumento Natural. También en Ribadeo, es obligada la visita a Rinlo, donde algunos dicen que se come el mejor arroz caldoso con bogavante del mundo, y al entorno de la Illa Pancha, la isla que alberga los dos faros del municipio. El antiguo es uno de los más hermosos de Galicia.

El virus se irá, pero no se moverá de su sitio ‘O Fuciño de Porco’, entre las playas de Abrela y San Román. También seguirán con las puertas abiertas el casco monumental de Viveiro o la catedral de Mondoñedo. Allí, en una de las siete ciudades del Antigo Reino de Galicia, hay que probar su famosa tarta o entrar a visitar la restaurada casa de Álvaro Cunqueiro. De camino hacia la Terra Chá, conviene disfrutar del paisaje que ofrece esta provincia, cuyo territorio ha sido declarado Reserva de la Biosfera en la mayor parte de su extensión, y visitar el Pedregal de Irimia, en Meira, donde nace el río Miño. También la laguna de Cospeito, un auténtico paraíso para los ornitólogos. En Vilalba, donde la sede de la Fundación Manuel Fraga custodia la biblioteca personal del expresidente de la Xunta, es obligada la visita a la antigua Torre dos Andrade, hoy convertida en Parador de Turismo. Por supuesto, nadie puede marcharse de la villa sin probar su famoso roscón, hecho con almendras, azúcar y raspas de limón.

En Lugo, aquellos que lleguen por primera vez volverán a sorprenderse con el perfil de la Muralla romana, la única que conserva intacto su perímetro original. Uno de los tres elementos Patrimonio de la Humanidad que tiene la ciudad, dado que también han sido distinguidos por la Unesco el Camino Primitivo y la propia Catedral, del siglo XII, en cuyo triforio se encuentra el Museo Diocesano, con piezas tan singulares como el Crismón de Quiroga. Del pasado de la antigua Lucus Agusti nos habla la Domus do Mitreo, la Domus Oceani o el propio Centro de Interpretación da Muralla. Al paso por la Praza de Santa María es obligatoria la parada para contemplar, en el mismo lugar en el que fue hallado, un baptisterio único en el mundo. Sin lugar a dudas, hay que visitar el Museo Provincial y las Termas, a orillas del Miño.

En A Montaña de Lugo todavía se conservan importantes muestras de nuestra arquitectura popular, como es el caso de las pallozas -construcciones de origen prerromano-, en pueblos como Piornedo, a más de 1.100 metros de altitud, o en la aldea de O Cebreiro, donde arranca el tramo gallego del Camino Francés a Santiago de Compostela.

Si seguimos el Camino Francés llegaremos a Portomarín, un pueblo trasladado «piedra a piedra» a su actual ubicación en 1960, cuando la vieja localidad quedó inundada por el embalse. Tras los pasos de los peregrinos llegaremos también al impresionante monasterio de Samos y, en la ruta a Santiago, haremos parada en el municipio de Palas de Rei, donde se conserva una de las pocas fortalezas medievales que permanecen todavía en pie en Galicia, el Castillo de Pambre, del siglo XIV, una plaza fuerte recientemente restaurada por la Xunta. Sin salir de la comarca de A Ulloa, en el municipio vecino de Antas de Ulla, concretamente en Nullán, encontraremos el Centro Geográfico de Galicia.

Mención aparte merece la zona sur de la provincia, la Ribeira Sacra, con los impresionantes cañones de los ríos Miño y Sil, que sin duda será declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2021. Un lugar único, con la mayor concentración de construcciones románicas de Europa, donde el cultivo en bancales ha creado un paisaje incomparable y ha propiciado una forma de viticultura heroica que le aporta personalidad a los vinos de la denominación de origen.

Lugo ofrece una diversidad difícil de encontrar en una misma provincia: montaña, mar, un rico patrimonio histórico, la mejor gastronomía y la hospitalidad de su gente. La provincia total. Este tiempo gris pasará. Los visitantes regresarán y lo encontrarán todo. Y algo más.

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