Blogue | Diario de un novato en campaña

Leer el Marca

Portada de Marca de este viernes, con Casado como protagonista. MARCA
photo_camera Portada de Marca de este viernes, con Casado como protagonista. MARCA

DE MARIANO Rajoy supimos un día que desayunaba cada mañana leyendo el Marca, como si estar al tanto del último capricho del Real Madrid fuera parte de su compleja estrategia de gobierno. A mí siempre me pareció aquello una forma muy sensata de tomarle el pulso a la calle, de escapar a esas jaulas impermeables en que parecen recluirse nuestros políticos a los diez minutos de jurar el cargo. Siendo generoso, incluso podría afirmar que sumando suficientes puntos en la Liga Fantástica era como el ex presidente del Gobierno trataba de vertebrar -mal que bien- este sindiós de país llamado España. "No dejes de leer el Marca", me recomienda un veterano periodista. "Si a Rajoy le fue de perlas durante siete años, ¿qué mal te puede hacer a ti?".

Por la portada del rotativo madrileño van desfilando estos días los principales candidatos a la presidencia del Gobierno y créanme si les digo que, en más de una ocasión, he tenido la sensación de estar asistiendo a un primer casting de la nueva temporada de OT. Hay perfiles para todos los gustos: desde el guapito trajeado que afina en los boleros hasta el cantautor sensible y desaliñado, pasando por unas actualizaciones más o menos aproximadas de Peret, David Summers y Rafa de La Unión. Da hasta lástima pensar en lo mucho que nos jugamos como nación cuando podríamos echar el mes eligiendo un digno representante para el próximo festival de Eurovisión, ya no digamos uno bueno. Por desgracia, las fotografías vienen acompañadas de una completa entrevista en la que unos y otros se van lanzando el país a la cabeza como si estuvieran jugando una sanguinaria partida de brilé.

Volviendo a Mariano Rajoy, este viernes visita Pontevedra para arropar a su querida Ana Pastor en el acto inaugural de la campaña. Se espera un lleno absoluto y muchas loas a la gestión de un presidente que gobernó España con el once tipo de Zidane en la cabeza, poco menos que dejándola jugar a su aire. Regresa, por cierto, a la ciudad que lo declaró persona non grata y donde fue brutalmente agredido por un descerebrado en plena calle. Aguantó en pie el puñetazo, no hincó la rodilla, y eso dice mucho de un político en estos tiempos donde unos simulan penalti al menor contacto mientras otros hacen gestitos con las manos, solicitando el VAR.

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