Blogue | Marta está harta

Soy mala madre

 

Malas madresUno de mis sueños como madre bloguera, como Instamom y como madre cuarentañera de adolescente era conocer a Laura Baena (creadora del club de las MalasMadres) y vivir de cerca lo que es una reunión de malas madres, compartir experiencias y comprobar que no soy la única madre que no sabe cocinar. Así que con este objetivo, y arriesgándome a dejar a la adolescente y su padre solos durante el Arde Lucus, cogí un Alsa y me fui a Madrid a pasar unos días de desconexión maternal y asistir a un taller de adolescencia en Malas Madres House.  Y allí se cumplió mi sueño y conocí a Laura y hablé con otras madres desquiciadas de adolescentes enloquecidos. Y aunque a la vuelta mi casa no estaba lo limpia que suele estar y mi hija aún llevaba la túnica de romana tres días después, la aventura mereció la pena.

Soy madre desde hace ya muchos años. He sido madre de las que organizan cumples en el patio de casa, de las que se cartean con los Reyes Magos, de las que compran trajes de Halloween en los chinos, de las que castigan, de las que no hacen galletas, de las que odian los grupos de whatsapp del cole, de las que quiere tener su propia vida, aunque este sea un objetivo casi imposible.

A día de hoy además soy madre taxista, que pasea adolescentes de fiesta en fiesta y de orquesta en orquesta. Y os puedo decir madres de bebes rebolludos, que es más cansado seguir a la orquesta Panorama, de verbena en verbena, que una noche de cólicos.

Pero a pesar de todo estos trabajillos, también soy profesional, emprendedora y empresaria, lo que hace que a veces llegue tarde a la actuación del cole, o no me dé tiempo a coser los disfraces perfecto o manejar la dichosa Thermomix, que en mi casa solo utilizamos para hacer smoothies, que somos muy modernos. Y este conjunto de cualidades, más la de odiar de vez en cuando a mi hija y su inagotable energía, me convierten en una miembro de derecho del Club de las Malas Madres.

Las Malas Madres se definen como un lobby de presión "con mucho sueño, poco tiempo libre, alergia a la ñoñería y ganas de cambiar el mundo o, al menos, de morir en el intento".

Vivimos en una sociedad que te mira de reojo porque no cumples las normas, tienes metas en la vida y planes en los que no entran tus hijos. Se da por sentado que siempre van a hacer "lo mejor" por ellos, que han venido a cambiarnos las vidas y a darnos de cara con una realidad que pensábamos sería más llevadera, pero una mala madre no quiere olvidarse de ella misma. Y en esta comunidad venimos a quitarnos los complejos, a reírnos de nosotras mismas, a reconocer que no llegamos a todo, que soñamos con descansar los lunes y que tiramos de comida basura cuando la tarde de trabajo se tuerce. Para acreditar ser miembro del club se ha creado la insignia Soy mala madre, un distintivo que ya lucen con orgullo miles de madres.

Comentarios