Tú ganas, Isabel. Me había propuesto no escribir más sobre ti, pero eres irresistible. Intento vivir de espaldas a lo que pasa en tu reino de cañas y bocadillos de calamares, pero es imposible. Me llegas por todos lados. Te basta con abrir la boca para hacer magia y conseguir que tu mensaje me alcance esté donde esté, haga lo que haga; incluso intentar evitarte. Tú ganas porque estoy seguro de que lo que más te gusta es que se hable de Ayuso; de ti, que a tu alrededor orbite una polémica, que dos bandos se zurren en las redes sociales y en la prensa mientras tú y los tuyos maquináis con qué ocupar las portadas al día siguiente. Insisto en que intento resistirme a tus encantos, pero cuando rizas el rizo es imposible. Como cuando el otro día Instagram censuró una foto en la que salías junto al periodista David Casas en la plaza de toros de Las Ventas por "vulnerar las normas sobre violencia u organizaciones peligrosas". ¿Cuál fue tu respuesta? Pues subir otra hecha en el mismo lugar en la que también salía el alcalde Martínez Almeida. Y después te fuiste a la tele a criticar la "tiranía" que ejercen las redes sociales contra las mujeres, que cada vez están más "presas del postureo". ¿Lo ves? Tú siempre ganas, Isabel. Hasta la próxima.
