No sé cómo reaccionar a la jugada de Carlos Galiana, el concejal de Valencia que simuló hablar inglés durante la gala de elección de la Capital Europea de la Innovación. En su lugar tendría que haber intervenido el alcalde de la ciudad, pero estaba ocupado, como todos los alcaldes, así que Galiana se pudo delante de las cámaras y demostró que por algo su profesión es la de actor. Como el Macario de José Luis Moreno se dedicó a mover los labios y a gesticular mientras otra persona se expresaba en la lengua de Shakespeare, con la ventaja que da hacerlo escondido tras una mascarilla. ¿Es ético lo que hizo? No del todo. Lo sería si hubiese puesto un rótulo por debajo como cuando en aquellos programas de televisión nos advertían de que la música era en play back. Pero creo humildemente que la cosa no es para tanto. Además, se trataba de elegir la Capital Europea de la Innovación y hay que reconocer que el concejal de Compromís innovó a la hora de comunicarse en un idioma que conoce, pero no al nivel que merecía la ocasión. Pese a su esfuerzo, Valencia no fue finalmente la ciudad elegida. Se impuso Lovaina, que está en Bélgica... a saber qué inventaron para superar la actuación de Carlos Galiana.
