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Cuando le dé al limpia

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Llueve a mares, pero no activo el limpiaparabrisas. Estoy parado en una cola y así, con el mundo borroso por delante, me siento protegido. Nadie me puede ver, nadie puede descubrir mi secreto... tengo algo de miedo. En la radio hablan de lo que cobra Messi; unos dicen que se lo merece, otros que es una obscenidad, uno apunta que también genera mucho dinero. A mí eso me importa poco. Bastante tengo con lo que me espera cuando le dé al limpia, cuando la imagen que tengo delante deje de estar codificada. Intento tranquilizarme y pienso en Messi, que ha estado muchas veces en mi situación y eso no le ha cambiado la vida. Me gustaría saber cómo fue su primera vez, seguro que en ese momento no pensó en el montón de millones que tiene en banco. Las luces de freno del coche de delante se apagan. Se mueve. Le doy al limpia y un hombre me dice que me acerque hacia él. Recurro de nuevo a Messi para alejar la cobardía. Es mi primera vez. Una chica me dice que abra la ventanilla, me pregunta el nombre y la fecha de nacimiento. Me pide que abra la boca y me hurga en la garganta con un palito. No es para tanto, pienso. Ahora me dice que toca por la nariz y que eso molesta un poco... ¡¡¡Messiiiiii!!!

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