Blogue | El periscopio

Una semana para olvidar

Más problemas con el abastecimiento de agua y uno relacionado con la electricidad

Labores de reparación.EP
photo_camera Labores de reparación.EP

A VECES PASA, y está semana ha sido una de ellas. No cuenten con ningún análisis de corte sesudo sobre alguno de los asuntos de actualidad ocurridos a lo largo de los últimos siete días. Ha habido temas menores, a excepción de la avería que se produjo en un centro transformador de electricidad situado en la Praza dos Chaos de Monforte, suceso que dejó sin suministro a cientos de vecinos del barrio de A Florida durante, nada más y nada menos, diez horas, cuando a una mente iluminada se le ocurrió, vista la prolongada ausencia de energía, que lo conveniente era colocar un grupo electrógeno para restablecer el servicio mientras se arreglaba el transformador.

Para entonces, toda la comida almacenada en los congeladores de las casas de la zona perdió la temperatura necesaria para su perfecta conservación y los negocios del entorno, como varios establecimientos hosteleros, tuvieron que cerrar sus puertas.

Más de un vecino juraba en arameo por la situación, a todas luces anacrónica. Y es que no es normal que en el año 2018, en el siglo XXI, pueda darse una situación como la sucedida en Monforte.

No vale decir que fue extraordinaria. Solo vale decir que tendrían que haber pensado con más rapidez y colocar el grupo electrógeno al poco tiempo, tras ver que las reparaciones iban para largo, y no esperar diez horas para hacerlo.

La suministradora, Unión Fenosa, se hubiese ahorrado un buen dinero, pues es lógico pensar que los vecinos presentarán reclamaciones por los daños y perjuicios que les causó estar casi medio día a dos velas.

Desconozco si los empresarios del polígono monfortino emprenderán el mismo camino, el de la reclamación, por permanecer también varias horas sin suministro de agua debido a una nueva rotura en la red de abastecimiento, la enésima.

Estén preparados, pues no será la última que tendremos que padecer visto el estado en el que se encuentran las conducciones.

Sabemos que el Ayuntamiento no puede obligar a las empresas suministradoras de electricidad, agua, gas o telefonía a instalar tuberías cuando se procede a la renovación de una calle, solo pueden ser invitadas a hacerlo.

Si tuviesen un poco de empatía con los ciudadanos se pondrían manos a la obra, lográndose una mejora sustancial en los servicios que prestan. Sin embargo, todas hacen lo mismo. Esperan a que algo se rompa para proceder a remendarlo. Esa es su política, olvidándose de que la instalación de nuevas conducciones es una inversión de futuro.

Cuanto más nuevas más tardarán en sufrir un colapso, como el que padeció la carretera Nacional 540 a su paso por Chantada y Taboada por, precisamente, una falta de atención prolongada en el tiempo a pesar de que los agentes sociales y los políticos reclamaban una y otra vez actuaciones.

Finalmente, ante la presión vecinal o quizá porque la rueda de un coche de algún alto cargo de Fomento se quedó dentro de un bache, han llegado las tan ansiadas labores de reparación, como las que mantienen vivo al Museo do Ferrocarril de Galicia (Muferga), que no para de ponerse manos a la obra a fin de recuperar material ferroviario que de otra manera acabaría desmantelado y en la basura.

La última acción ha sido que vuelva a la vida la mesa que controlaba buena parte de la circulación ferroviaria de Galicia, que se encontraba en la estación de Ourense. No ha sido la única acción, pues ha dispuesto un nuevo espacio para una exposición de pinturas ferroviarias de Luis Díaz Guerra, exdirector del museo del ferrocarril de Madrid, y se ha instalado un puesto para exhibir relojes ferroviarios.

Además, hemos sabido que el PP ha promovido en el Parlamento gallego una proposición para incluir al Muferga en la red museística de la comunidad. Una grata noticia.

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