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Runners sueltos

YA SABÍA YO que tantos años de éxitos deportivos y de exaltaciones patrióticas, tanto tiempo de chorradas de esas tipo «soy español, ¿a qué quieres que te gane?», tenían que traer sus consecuencias. Ahora lo estamos viendo. ¿A qué estamos ganando a todos? A gilipollas. Todos los récords del mundo estamos batiendo, somos tan gilipollas que los otros no nos alcanzan ni dopándose golpeándose la cabeza contra un muro. Y luego vamos exigiendo test masivos de contagio, cuando lo que necesitamos son test masivos de CI.

Miro las redes y los chats después de la rueda de prensa en la que anuncian los horarios y las condiciones para la salida del día 2 y me planteo seriamente quedarme en casa. Recuerdo la indignación y los anuncios del apocalipsis del domingo pasado, con el primer día de la salida de los niños, y tiemblo ante la visión de los runners. El Gobierno ha hecho muy bien en esperar a tener despejadas la UCIS de enfermos de coronavirus, porque las vamos a necesitar todas para infartos y traumatismos.

Tampoco me preocupa demasiado, allá cada cual. Me trae más loco Elías. Se ha negado a pisar la calle en todo este tiempo, pese a que puede salir a hacer recados desde el principio. Siempre ha ido poniendo excusas, que pasaba de ir al súper, que para ir solo a por el pan mejor no salía, que ya saldría cuando pudiera ir a tirar unos tiros a la canasta... Pero es que ni siquiera lo veo demasiado interesado ahora, que se abren más posibilidades. Creo que no se le va la preocupación, y no me extraña, no puedo reprochárselo, pero tampoco sé muy bien cómo ayudarle a reiniciarse. Pero es joven, sano y un chaval que siempre ha tenido la cabeza muy bien amueblada, así que supongo que será solo cuestión de dejarle que se organice sus fases.

Irene ha salido hoy a patinar y lo ha pasado estupendo. Igual de bien, por otro lado, que lo estaba pasando un rato antes metida en un armario hablado con sus amigas. Otra que gestiona sus fases a su bola.

Yo aún no he decidido en que turno voy el sábado, porque de verdad que noto que me estoy haciendo muy viejo para comprender y aguantar según qué gilipolleces, así que lo mismo entro en el grupo de mayores de 70 años. O en el de dependientes. En el de runners seguro que no, antes confinado.