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Una nueva 'working girl'

Llegan los primeros fríos y hay que sacar el arsenal de prendas para combatir las bajas temperaturas. También las de trabajo
Vestido de punto. JONATHAN DANIEL PRYCE
photo_camera Vestido de punto. JONATHAN DANIEL PRYCE

LA VESTIMENTA para ir a trabajar ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de los años. El estilo casual y la comodidad se han impuesto a esos trajes rígidos y a los tacones de aguja. Por tiempo que pase, el look oficina sigue siendo una pregunta que no obtiene una respuesta común. Si introducimos la cuestión en Google o en otro buscador hay miles de páginas con sus consejos y cada uno de ellos más diferente al anterior. Octubre se perfila complejo, porque el sol ya no nos arropa tanto, los termómetros han caído y todavía nos resistimos a caer en el jersey gordo y el abrigo.

La comodidad es importante al elegir el ‘outfit’, pero esta no debe estar reñida con ir adecuadamente: es fundamental transmitir imagen de profesionalidad. Pero eso no implica que no podamos ir en clave casual (y siempre de tendencia). Aquí te enseñamos cómo.

OPCIONES

La pregunta de "¿qué me pongo mañana?" es inevitable, pero siempre debemos tener un look hecho, a mano, del que podamos tirar cuando no nos apetezca ponernos a combinar o porque vamos con el reloj muy ajustado. Traje sí, pero con un aire diferente y nuevo. Y no hace falta ser una alta ejecutiva para llevarlo y, si lo eres, rompe la formalidad: quítate los tacones y esa blusa de seda. Busca trajes menos encorsetados, con una línea de sastre más informal y combínalos con jersey de textura de pelo.

Estarás más abrigada sin perder la imagen de arreglada del traje. Y ya para terminar de despedir el casposo ‘dress code’ y crear uno nuevo, combina con deportivas, como unas Adidas Stan Smith. Si hace unos años nos llegan a decir que estaríamos pensando en poner deportivas en un look de trabajo muy arreglado... ¡no hubiésemos dado crédito!

No te compres más faldas lápiz, no vas a necesitar más colgadas del armario con esta propuesta que traemos a continuación. Hablamos de los vestidos de punto —un tejido propio de este tiempo—, que se convertirá en una de las prendas más prácticas y recurridas de tu día a día para la ofi cina. Nuestra apuesta pasa por los colores lisos, si pueden ser neutros mejor, porque suman puntos de elegancia. Además, podrás ponértelos ahora con unas botas calcetín altas y luego en primavera con zapatos y sandalias.

Como decíamos, llegan los primeros fríos. Y hay que sacar el abrigo, del que tenemos miles y miles para escoger. Pero las tendencias reinan e incluso hay que añadir ese básico que no tengamos. Es el caso de un abrigo beige modo bata. Este estilo, con un cordón anudado a la cintura, elimina esa imagen recta que solemos tener de estas prendas para ir a trabajar. Eso sí, si te haces con uno, escoge bien porque al ser de paño suelen ser bastante fríos. A muy malas (y nos encanta esta combinación) métele un chaleco de plumas por debajo.

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