Con cuestiones clave por despejar como la obtención de unos 200 millones de euros en fondos europeos, la financiación bancaria y la participación de socios locales y su posible aportación de capital en un proyecto que exigirá una inversión de entre 750 y 800 millones de euros, Altri sigue evaluando la "viabilidad" de la biofábrica de fibras textiles proyectada en Palas. A la espera de que a finales de año el consejo de administración ratifique una iniciativa cuyas líneas maestras se han presentado a los diferentes eslabones del sector forestal gallego, la pastera portuguesa avanza algún detalle del complejo sin ahondar,por ahora, en aspectos técnicos.
Con una producción que arrancará con unas 60.000 toneladas de lyocell, aunque la capacidad de la biounidad, que ocupará hasta 200 hectáreas, rondará las 200.000 toneladas de fibras textiles de base celulósica, Altri abastecerá desde Palas al clúster textil del noroeste de la Península. "Además, se establecieron contactos con potenciales clientes y la conclusión es que hay mercado. Se han identificado hasta tres potenciales clústeres de demanda de proximidad: Europa, norte de África y Turquía", indicaron fuentes de la compañía con sede en Porto consultadas por AGN. Son los mercados que los fabricantes de moda europeos –caso de Inditex– etiquetan como de proximidad en contraposición a Asia. Tras el bloqueo de las cadenas de suministro por el covid y el encarecimiento de los fletes del transporte marítimo, la apuesta por acercar la producción se ha acrecentado, lo que jugaría en favor de la planta gallega.
En el terreno ambiental, la industria, que estará integrada por una línea de producción de pasta soluble "para alimentar la elaboración de fibras textiles" y otra de lyocell, utilizará "la tecnología más avanzada y, por tanto, más limpia". "Todas las etapas del proceso productivo se han diseñado bajo los estándares de sostenibilidad europeos, minimizando al máximo el impacto ambiental", señala la firma que dirige José Soares de Pina consultada sobre la posibilidad de que se desprendan malos olores en la zona, próxima al Camino de Santiago.
Ante una factoría que se abastecerá del Ulla –con un nivel de captación de entrada de unos 0,5 metros cúbicos por segundo, y 6 m3 por segundo de salida–, Altri sostiene que la operativa "en nada afectará a las actividades de pesca y marisqueo" en la ría de Arousa. "Se han analizado en profundidad todos los parámetros de vertido. Este ha sido uno de los requisitos críticos para fijar la ubicación", defienden desde la compañía, que cuenta con el apoyo de la sociedad público-privada Impulsa Galicia, en la que participan Xunta, Abanca, Reganosa y Sogama. El grupo reitera que utilizará "la tecnología más puntera del mercado y, en consecuencia, la más limpia".
Altri aspira a fomentar "la gestión sostenible de los bosques y la silvicultura activa" en un proceso productivo en el que el eucalipto será la materia prima central, aunque también "se usarán otras especies" y, en una segunda fase, se incorporará textil reciclado.
Energía renovable
Dentro de la apuesta por la sostenibilidad –clave de cara a la obtención de fondos europeos– la biofábrica "maximizará las posibilidades de autoconsumo" energético con la cogeneración. Además, para cubrir al 100% las necesidades del complejo, se valdrá de las iniciativas de producción renovable que se desarrollarán en el Polo para la Transformación de Galicia y que suministrarán electricidad "en condiciones ventajosas".
