DL Blando: "En el barrio me daba vergüenza decir que hacía música urbana"

Criado en Katanga (A Coruña) este productor y M.C que ha colaborado con artistas del panorama internacional como Rels B o Royce Solo, actúa hoy a las 22.30 horas en el Festival Noroeste Estrella
DL Blando. DANIEL SAMBAD
photo_camera DL Blando. DANIEL SAMBAD

Este productor y cantante coruñés no suele hacer uso de etiquetas, pero si tuviera que encasillarse dentro de un género, el Emotional trap es el ámbito que le permite mostrar su mundo interior a través de sus canciones. DL Blando, miembro del extinto colectivo Norweside , inició en 2017 su carrera en solitario y tiene claro de dónde viene y sobretodo, hacia dónde quiere encaminarse.

Usted mismo admite ser capaz de convertir el dolor en arte, ¿cómo le ayuda la música a conseguirlo?
Parece que soy una persona muy extrovertida pero, en realidad, desde siempre me trago los problemas y soy bastante reservado para mis cosas y para el dolor. La música es mi manera de expresarlo, una vía de escape en la que no me siento juzgado. 

También habla de malos recuerdos y frustraciones, ¿ha cambiado eso desde que se dedica a la música?
En parte sí. Todo me va mucho mejor, pero hay cosas que no se pueden olvidar, y precisamente recordarlas es lo que te hace mejorar y querer salir de eso. 

Con el auge del trap, hay diversas opiniones sobre qué es o quiénes pueden enmarcarse en ese estilo. ¿Considera que su música lo es?
Es un tema delicado. El verdadero significado de la música trap nació en Atlanta y estaba ligado a hacer música en zonas en las que se vendía droga. Esa es la principal diferencia entre el trap y el rap, ya que este último tenía mas contenido social y de protesta. Ahora, el trap es el nuevo rap. No considero mi música como tal porque aunque hemos hecho muchas cosas con un sonido parecido, tenemos el abanico más abierto. El último disco es más tirando a rockerillo. Pero claro, ahora se mezclan todas las historias y le llaman a todo música urbana.

¿Qué hay del Emotional trap?
Queríamos hacer una pequeña distinción. Lo nuestro es más parecido a una balada metalera que a lo que están haciendo Bad Bunny o J. Balvin. La gente nos suele meter en el mismo saco, incluso las distribuidoras digitales que son quienes etiquetan la música, pero nosotros no queremos ser eso.

"La música que hacemos es más una balada metalera que algo coo lo que están haciendo J Balvin o Bad Bunny"

¿Qué intenta transmitir con sus canciones?
Intento llevar de alguna manera a quienes me están escuchando a recordar ciertas cosas o algún estado mental que yo he tenido cuando escribía una canción. Utilizo el código del amor porque es algo con lo que cualquiera puede identificarse, porque todos lo hemos vivido. Para mí, la música es un lenguaje universal, independientemente del idioma en el que la hagas, puede transimitir mucha emociones.

Se critica a muchos artistas por el uso del autotune, ¿qué opina sobre eso?
El autotune es un modulador de voz, un efecto como otro cualquiera. Me imagino que pasa en todas las generaciones: "La música nueva es peor, molaba más la mía…" El típico discurso que te da tu padre cuando dice que lo de antes sí que era música. Los que se quieran quedar atascados en el pasado lo odiarán, pero para mí es un instrumento como otro cualquiera.

La mayoría de sus temas están producidos por Wax.dee, un amigo de la infancia. ¿Cómo es trabajar con alguien cercano?
La ventaja es que puedo hacer lo que me da la gana, tengo total confianza para decirle "esto no me gusta nada". Empezamos a trabajar juntos porque tenemos gustos muy parecidos, y aunque cada uno tiene sus matices, nos damos carta blanca el uno al otro hasta llegar a una especie de consenso donde los dos nos entendemos bien. Antes de hacer música, somos amigos, y el resultado es el
doble de placentero.

Su último álbum lleva el nombre de Mad World, que significa mundo loco. ¿Es una definición acertada del mundo actual?
Sí, y además es una referencia atemporal. Da igual la época en que lo escuches. No hay más que ver cómo estamos y cómo nos van las cosas. La insensibilización que tienen hoy en día las personas ha derivado en que todos queramos destacar por encima del resto, cuando en realidad, somos todos lo mismo. Tendríamos que estar remando hacia el mismo lado.

Grandes ciudades como Madrid o Barcelona son la cuna de los artistas urbanos ¿cómo ve ese panorama musical en Galicia?
Aquí hay una especie de burbuja que cuesta mucho romper. Quizá por el carácter, que nos diferencia del resto, los gallegos somos muy nuestros. Existe una barrera que notamos al ir a Madrid a Barcelona. No sé como nos ven, pero no nos incluyen dentro del faranduleo, y a veces nos quedamos fuera de cosas en las que molaría que nos tuvieran en cuenta.

"Fue una desilusión descubrir que para triunfar, el 85% de las cosas que influyen son las relaciones personales"

¿Considera entonces necesario trasladarse a esas grandes ciudades para triunfar en ese género?
No es necesario, pero cambia la película. Sales un día de fiesta en Madrid, y en el mismo garito donde estás con tus amigos está el de Sony, el de Warner… Al final, estas cosas funcionan como todo, y es un chiste. Yo me he llevado una gran desilusión con ese tema, porque nosotros siempre hemos estado a nuestro rollo y nos daba igual el resto. Pero en el momento que empezamos a asomar la cabeza y hablaban de nosotros en Madrid, nos dimos cuenta de que para que te vaya bien el 85% de cosas que tienes que hacer no son música, son relaciones personales. Nosotros no quisimos formar parte de eso y pensamos: "Nada, nos volvemos para el pueblo, que estamos muy tranquilos aquí donde estamos".

Muchos artistas encasillados en la música urbana abanderan la idea de ser gente de la calle. ¿Es también su caso?
Sí, aunque cuando tenía 14 años y me preguntaban por el barrio si hacía música, me daba mucha vergüenza admitirlo. Si decía que rapeaba, la gente se iba a imaginar a un tío con los pantalones enormes diciendo estupideces. Antes, si querías ser rapero no podías ser un pijo, tenías que ser el chico duro de la calle, si no nadie te respetaba. Ahora todo el mundo puede hacer la música que le de la gana, y se ve a gente que no ha roto un plato en su vida diciendo que mueven droga.

Ya ha colaborado con artistas reconocidos en España como Royce Rolo, Skyhook o Rels B, ¿con quién más le gustaría colaborar?
Con Sen Senra, y dentro del género, con Aleesha. Pero quiero quitarme un poco la etiqueta de la música urbana y globalizar más lo que hago.

El reggaetón, el rap o el trap han tenido siempre muchas críticas por sus letras machistas ,¿tiene esto en cuenta a la hora de componer?
No es algo que me preocupe porque mi mentalidad no funciona de esa manera ,no es algo que tenga que forzar. No me sale escribir sobre ese tipo cosas y no voy a hacerlo por mucho que venda. Por eso no me gusta que me metan en el mismo saco que a esa gente, porque mi mensaje no tiene nada que ver con ellos.

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