Cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19: ¿necesaria o prescindible?

Un estudio asegura que multiplica por cinco los anticuerpos en una semana, mientras que la Ema expresa sus dudas sobre administrar refuerzos a la población "continuamente"
Una sanitaria prepara una dosis de la vacuna contra el covid-19. XESÚS PONTE
photo_camera Una sanitaria prepara una dosis de la vacuna contra el covid-19. XESÚS PONTE

Países como Israel o Chile ya han comenzado a administrar la cuarta dosis de la vacuna contra el covid-19 y España ha aprobado su aplicación para las personas en muy alto riesgo.

Sin embargo, estas decisiones han abierto un debate sobre la conveniencia de seguir administrando dosis de refuerzo o de recuerdo a la población.

Por una parte, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, indicó –citando un estudio preliminar– que la cuarta dosis multiplica por cinco los anticuerpos una semana después de su aplicación. "Sabemos que es segura y eficaz", expresó en unas declaraciones recogidas por El Mundo.

Bennett asegura que los datos recogidos hasta el momento por el Centro Médico Sheba apuntan a que este cuarto pinchazo "garantiza una protección mucho mayor" tanto contra la infección como contra los síntomas graves del covid.

De esta manera, y como ya ocurrió en otras ocasiones, Israel será un campo de estudio que podrán utilizar otros países en lo referente a la idoneidad de la cuarta dosis de la vacuna.

"HAY QUE IR CON CUIDADO". Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento (Ema) prefiere ser más cauta sobre este tema. Su jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas, Marco Cavalieri, expresó esta misma semana sus dudas acerca de la necesidad de dar dosis de refuerzo de la vacuna contra el covid-19 "continuamente" ante el temor de "sobresaturar el sistema inmune con repetidas vacunaciones".

En una rueda de prensa, este representante de la Ema ha apuntado que observan con "preocupación" una estrategia de vacunación que suponga vacunar cada tres o cuatro meses, con la salvada excepción de los inmunodeprimidos.

"Hay que ir con cuidado de no sobresaturar el sistema inmune con repetidas vacunaciones", ha avisado, remarcando que también está el riesgo de generar "fatiga" entre la población. "Todavía no hemos visto datos con respecto a una cuarta dosis, y nos gustaría ver estos datos antes de poder hacer cualquier recomendación, pero al mismo tiempo, estamos bastante preocupados por una estrategia que implica la vacunación repetida en un corto plazo", ha explicado.

Pese a que entiende que se haya administrado una tercera dosis "por la situación epidemiológica actual", Cavalieri ha apuntado que la vacunación no se puede repetir "continuamente". "Sería mejor empezar a pensar en dosis de refuerzo más espaciadas en el tiempo que se sincronicen con el invierno, como se hace con la gripe", ha propuesto.

DESCARTAN 'GRIPALIZAR' EL COVID. Por otra parte, Cavalieri ha descartado que por el momento se puede tratar el covid-19 como una gripe. "Se está moviendo hacia una epidemia, aunque todavía no ha alcanzado este estatus. Con la ómicron habrá más inmunidad natural, además de la vacunación, de manera que se avanzará más rápidamente hacia un escenario de epidemia", ha resaltado.

En este sentido, ha recordado que ómicron es "muy contagiosa, por lo que el número de personas infectadas es elevado". "Es importante ser consciente de su carga potencial y no descartarla como una enfermedad leve", ha insistido.

En cualquier caso, ha tranquilizado diciendo que las vacunas actuales "proporcionan una alta protección contra la enfermedad grave y las hospitalizaciones relacionadas con el ómicron". "Los datos de Sudáfrica muestran que las personas que recibieron 2 dosis tienen hasta un 70 por ciento de protección. Los datos del Reino Unido muestran que, aunque la protección disminuye unos meses después de la vacunación, vuelve a aumentar hasta el 90 por ciento después de la dosis de refuerzo", ha remachado.

CUARTA DOSIS EN ESPAÑA. En España, las personas de muy alto riesgo, como algunos enfermos de cáncer, trasplantados, en diálisis o hemodiálisis, mayores de 40 años con síndrome de Down o que toman fármacos inmunosupresores, entre otros, recibirán una nueva dosis adicional, la cuarta, a los cinco meses de haberse puesto la tercera.

Se trata de los colectivos incluidos en el Grupo 7 de la estrategia de vacunación y aquellas en tratamiento con medicamentos inmunosupresores, a los que ya en septiembre se les administró una tercera dosis de ARNm para completar la pauta y a los que la Comisión de Salud Pública ha acordado este jueves darles una cuarta.

Estos pacientes, –en general, trasplantados, con fallo renal crónico, algunos contagiados con VIH y algunas inmunodeficiencias primarias– y aquellas sometidos a ciertas terapias inmunosupresoras tienen una respuesta inmune inferior a la de la población general tras las pautas convencionales de las vacunas.

Además, tal y como consta en la estrategia, es más probable que trasmitan el virus a sus contactos domiciliarios, a lo que se une el hecho de que los pacientes inmunodeprimidos en los cuales persiste la infección por SARS-CoV-2 pueden generar nuevas variantes más transmisibles o más virulentas.

En su caso, se considera una dosis adicional y no de recuerdo como la del resto de la población; es así porque, al tener su sistema inmunitario debilitado, no alcanzan el nivel de protección adecuado y requieren de esta nueva inyección para completar la pauta.

Mientras que las dosis de refuerzo se administran a personas vacunadas para restaurar la protección si se pierde con el tiempo; en España recibían hasta hoy este tercer pinchazo todas las personas por encima de 40 años y los vacunados con AstraZeneca y Janssen independientemente de su edad.

Pero, desde este jueves, los destinatarios de la dosis de recuerdo son todos los mayores de 18 años, tal y como ha establecido también este jueves la Comisión de Salud Pública en una reunión en la que ha reducido además de seis a cinco meses el intervalo de tiempo que debe transcurrir entre la segunda y tercera inyección.

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