Una vaca protagoniza un insólito parto cuádruple en una ganadería de Paradela

El proceso fue rápido, aunque el último ternero estaba mal colocado

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photo_camera Los cuatro terneros. EP

"Nacer catro xatos nun só parto, e todos vivos, é algo tan difícil como acertar o pleno ao quince na quiniela e tamén os resultados de todos os partidos". El veterinario Javier López López definía con estas palabras un hecho insólito como el alumbramiento cuádruple registrado ayer en Casa Abella, de la parroquia de Andreade, en Paradela. Era el primero que presencia en 26 años de profesión.

Igualmente sorprendido se encontraba Amador Pallarés González, el propietario de la vaca de raza rubia gallega que protagonizó tal proeza. "Foi algo extraordinario. Nunca vin que unha vaca tivera catro crías vivas nos meus 72 anos de vida", aseguró. Como experimentado ganadero, intuía que el animal llevaba más de un ternero en su vientre. "Tiña a barriga moi avultada. Supoñía que virían xemelgos, pero non catrillizos", afirmó.

Este vecino de Paradela también advirtió que la protagonista del parto múltiple "estaba desmellorada, e non era por falta de comida, senón porque os xatiños quitábanlle todas as vitaminas", explicó. Es muy posible que las crías tengan que reforzar su alimentación ahora con biberones de leche si la madre no puede alimentarlos a todos.

El parto se produjo hacia las siete de la tarde y fue relativamente rápido, al no ser necesaria una cesárea. Amador calculó que todo se solucionó en poco más de veinte minutos. Tanto él como el veterinario contaron con la ayuda de tres vecinos de una vivienda contigua.

Cuando Javier López introdujo la mano para sacar el primero, ya eran conscientes de que había otro. Ambos eran un poco más pequeños de lo habitual, como suele suceder en los partos múltiples. "A vaca aínda tiña barriga e o veterinario sacou o terceiro, que foi o máis grande da camada", agregó Amador. Los presentes ya daban por finalizada la operación, cuando sucedió lo inesperado. "Javier comprobou o ventre do animal e localizou o último xato, que estaba máis agochado", narra el ganadero. Fue un auténtico sorpresón.

Javier López coincide en que fue un parto "relativamente sinxelo. Só se complicou coa chegada do cuarto exemplar, que estaba moi lonxe, atrás de todo, e viña mal colocado".

La madre de los terneros es un ejemplar de seis años, que en partos anteriores "sempre trouxo becerros moi grandes, pero non esperaba esto", manifestó su dueño. Ahora habrá que esperar a que las crías se desarrollen sin complicaciones "e coidar moito a alimentación deles e da nai, porque está débil", matizó Amador Pallarés. Si en los próximos ocho meses no surgen problemas y se garantiza la supervivencia de los terneros, "será un parto rendible. Hai que ver como evolucionan as cousas", añadió Pallarés, que ayer vio también cómo moría un ternero en su explotación.

Un parto cuádruple es inusual, aunque en una explotación de la parroquia de Vilaesteva (Láncara) se produjo en marzo de 2015 otro caso singular cuando otra vaca de raza rubia gallega parió cinco terneros, aunque uno nació muerto. En esa ocasión, los ganaderos de Casa Rego vieron tres crías y las sacaron. Cuando se fueron para casa, una persona que se quedó vigilando notó que la madre estaba incómoda y les avisó. Así se percataron de que veía el cuarto. Más tarde llamaron al veterinario, que sacó un quinto ejemplar en el reconocimiento.

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