El silencio como medicina

La psicóloga Fátima López promueve una iniciativa para abrir la iglesia de San Salvador y la capilla de San Lázaro de Sarria para conectar con la espiritualidad y cuidar la salud emocional
Iglesia de San Salvador de Sarria. VILA
photo_camera Iglesia de San Salvador de Sarria. VILA

El silencio es una práctica contemplativa milenaria que ayuda a cultivar la concentración, la estabilidad o la claridad mental. Lo explica la psicóloga sanitaria Fátima López Rodríguez, promotora de la iniciativa Rehabitando los espacios sagrados a través de la cual dos templos sarrianos (la capilla de San Lázaro y la iglesia de San Salvador) abrirán los jueves por la tarde para recuperar la conexión con la espiritualidad.

Según explica, se trata de una dimensión intrínseca al ser humano, que contribuye "a un coñecemento máis profundo de nós mesmos e a conectar con esa parte máis auténtica que todos temos". "Nutrir a nosa espiritualidade o que vai facer é que poidamos lidar co malestar e co sufrimento dun modo moito máis san", añade.

La psicóloga sarriana, que durante la pandemia también puso en marcha el proyecto para el cuidado de la salud mental Guardianes del arco iris, recuerda que la espiritualidad no tiene necesariamente una connotación religiosa, sino que hay muchos modos de alimentarla. Al mismo tiempo, define las capillas e iglesias como "puntos enerxéticos moi potentes" y lamenta que muchas veces se encuentren cerradas. "Paréceme como un signo moi claro da desconexión que temos coa espiritualidade", comenta.

Con la colaboración de los padres mercedarios, que han dado su autorización para este fin, el movimiento ‘Rehabitando los espacios sagrados’ permitirá abrir la capilla de San Lázaro —único resto que queda de un antiguo hospital de leprosos— y la iglesia de San Salvador, con rasgos románicos del siglo XIII, cada jueves, de 20.00 a 20.45 horas, para poder cultivar el silencio.

La iniciativa, que se estrenó el día 23, continuará hasta finales de noviembre y se retomará hacia primavera una vez pasados los rigores del invierno. Se dirige a todos los vecinos y vecinas que quieran sumarse y está abierta también a los peregrinos.

Es una acción "da comunidade para a comunidade", que busca velar por el bien común y el apoyo mutuo, además de contribuir al cuidado de la salud emocional, indica Fátima López, a quien la crisis del covid le confirmó algo que ya sabía: "Que a comunidade é o que nos vai axudar a sobrevivir e poder sobrelevar as situacións dun modo máis amable".

Capilla de San Lázaro de Sarria. VILA

Según expone, ‘Rehabitando los espacios sagrados’ nace en un escenario de pandemia, pero no está necesariamente vinculado al covid ni surge solo para este tipo de situaciones de estrés prolongado en el tiempo. Lo que ocurre, dice, es que en este contexto "faise máis visible a necesidade dun autocoidado e dun coidado mutuo. Ou nos apoiamos e cambiamos a dinámica da competitividade e o individualismo pola conexión e a comunidade ou vai ser máis difícil afrontar a situación", resume.

Fátima López tiene claro que este tipo de aprendizajes nos ayudan a "tomar conciencia de que hai un modo diferente de estar e de funcionar, máis conectado coa nosa natureza. É rehumanizar".

Su deseo sería que, tras la apertura inicial de estos dos templos, se generase una red en la que distintos voluntarios se animen a abrir otras capillas porque "ao final son espazos de contemplación, non só para rezar, senón tamén para estar e conectar".

Un díptico con instrucciones
Un díptico que se puede encontrar en los templos, en albergues, comercios o el Concello de Sarria, recoge unas sencillas instrucciones para el cultivo del silencio.

En la fase de preparación es importante, por ejemplo, dejar fuera de ese espacio cualquier fuente de ruido externo.

Para la práctica habrá que adoptar una postura cómoda y soltar la tensión innecesaria. También es recomendable hacer tres respiraciones conscientes.

Cada encuentro comenzará y finalizará con un sonido de campana, que no será la de la iglesia para no dar pie a confusión.