Abella Brava en un proyecto de la pareja lucense formada por Beatriz Parga y Diego Lago, iniciado el pasado año en unos terrenos de la parroquia de Santa Mariña do Incio. Comenzaron con 25 colmenas y ahora tienen 52, con la vista puesta en ir creciendo y tender hacia la producción en ecológico. "Queremos priorizar a calidade sobre a cantidade. Confiamos en sacar un produto bo e vendelo nós mesmos", afirma Beatriz Parga.
Según cuenta, su pareja trabajó hace años en la prevención de incendios en la zona de O Incio y quedó prendada de este entorno natural. Tras el confinamiento pensaron en poner en marcha una pequeña explotación apícola y sus miradas se dirigieron hacia esta municipio. Buscando por internet encontraron un souto de una hectárea a la venta y allí decidieron iniciar su nuevo proyecto, bautizado como Abella Brava en alusión al nombre de Terra Brava con el que Ánxel Fole llamó a O Incio.
Este año obtuvieron una producción de 250 kilos, que volaron entre familiares y amigos. De cara a 2022 esperan poder duplicarla y emprender la venta directa a través de internet, tiendas especializadas o ferias y mercados.
El premio que acaban de obtener en la cata de Mieladictos supone para ellos un impulso y una motivación para seguir adelante e intentar hacer de la apicultura un modo de vida, para lo cual han realizado cursos de formación.
Según explican, su miel tiene un 84% de polen de castaño, lo que confiere unas características especiales como color más rojizo o sabor más intenso y menos dulce.