El gobierno sarriano y el BNG aprueban la normativa que regulará el pleno

La propuesta recibe el rechazo de PP y PSOE por falta de consenso y por ser "restrictiva"
Pleno celebrado este jueves en Sarria. VILA
photo_camera Pleno celebrado este jueves en Sarria. VILA

El pleno de Sarria tendrá un reglamento de funcionamiento que marca unos tiempos de intervención y limita el número de mociones y de preguntas por cada sesión tras ser aprobado este jueves con los votos del grupo de gobierno (Camiña Sarria y Galicia Sempre) y de los dos ediles del BNG.

La propuesta recibió el rechazo de PP y PSOE, que denunciaron falta de consenso y calificaron la norma de "restrictiva", al tiempo que opinaron que su objetivo es "que a oposición non poda falar".

El alcalde, Claudio Garrido, defendió la "necesidad" de regular el pleno para "centrarnos en lo importante" y argumentó que son muchos los concellos y diputaciones con reglamentos similares.

El portavoz del BNG, Efrén Castro, estuvo de acuerdo en que una normativa "axuda a mellorar a imaxe do pleno" y constituye "un síntoma de madurez democrática". Dijo también que, si en la práctica el reglamento no resulta operativo, "pódese modificar".

Tanto PP como PSOE votaron en contra y dieron a entender que hubo negociaciones entre gobierno y BNG a las que fueron ajenos. Explicaron que el borrador que a ellos se les entregó contempla cuatro minutos para la primera intervención y dos para el turno de réplica, mientras que el aprobado ayer establece seis minutos y tres, respectivamente, aspecto que los nacionalistas ya conocían.

Para el portavoz del PP, José Antonio García, el único objetivo de esta normativa es "taparnos a boca" mientras que para el socialista Diego López "o democrático sería traer unha proposta consensuada e non limitar preguntas".

Los tres partidos de la oposición sí coincidieron en aprobar la moción del PP para que secretario e interventor respondan en el pleno a dudas de los ediles después de que el alcalde denegase esta posibilidad en una sesión anterior. Garrido planteó que el asunto quedase sobre la mesa a la espera de informes de secretaría e intervención, pero dio marcha atrás al ver que no tenía apoyo del BNG para que su propuesta prosperase.

En todo caso, anunció que sí pedirá esos informes y dijo tener la "convicción" y el "asesoramiento" de que no es un derecho de los ediles. Para la socialista Pilar López, el regidor aplica una "ditadura" y para el popular García intenta de este modo "que non lle desactivemos parte das mentiras que di".

El pleno también aprobó, con la abstención del PP, una alegación de Unións Agrarias a la bonificación del Ibi, tema que derivó en un largo debate en el que se estrenó el nuevo concejal José María Escudero, en el que populares y nacionalistas se dieron explicaciones "de Barrio Sésamo" y en el cual el alcalde desveló que en el Concello "no existe físicamente" el PXOM.

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