El detenido con un arsenal de armas y munición fabricada por él mismo es un policía de Láncara

Los agentes localizaron en dos casas de A Pobra un proyectil de mortero, 7.500 cartuchos, colmillos de marfil y marihuana
Armas intervenidas en la operación. GUARDIA CIVIL
photo_camera Armas intervenidas en la operación. GUARDIA CIVIL

Un policía vecino de A Pobra de San Xiao (Láncara) y destinado en Melilla fue detenido en el marco de la operación Sayal, una intervención desarrollada desde hace varios meses por la Guardia Civil a nivel nacional que permitió desarticular una organización dedicada al tráfico de armas y munición.

El lancarés, de unos 40 años de edad, tenía en su poder un arsenal compuesto por 24 armas de fuego, 7.500 cartuchos y un proyectil de mortero. Además, el hombre disponía de herramientas para fabricar munición, una actividad que supuestamente llevaba a cabo en dos viviendas de su propiedad, sitas en A Pobra. En el registro de estos domicilios –uno de ellos en el barrio de Os Labregos y otro en la LU-546, en el límite con el municipio de O Corgo– los agentes localizaron también 9 figuras y 6 colmillos de elefante de marfil, así como un total de 2,7 kilos de marihuana.

El presunto traficante fue detenido en la Ciudad Autónoma de Melilla, donde trabaja desde hace años como Policía Nacional, según apuntaron fuentes de la investigación. El lancarés fue arrestado junto a otras once personas acusadas de pertenecer a una organización que atesoraba en total más de 300 armas de fuego, entre las que destacaban 17 armas de guerra, «lo que supone un riesgo máximo para la seguridad ciudadana, tanto en caso de su utilización, ya que disponen de ametralladores, como de su posible desvío a organizaciones criminales o terroristas», señalaron los investigadores.

El arrestado, de unos 40 años y destinado en Melilla, formaba parte de una red acusada de surtir a bandas criminales

La operación se inició en octubre del pasado año, cuando la Guardia Civil detuvo en Madrid a uno de los principales traficantes de munición del país, quién a través de internet había vendido más de 36.000 cartuchos metálicos que enviaba a sus compradores por medio de paquetes postales. Los agentes ampliaron entonces la investigación y comprobaron que esta persona llevaba varios años dedicándose a esta actividad ilícita y que los compradores de dichas municiones eran personas que también poseían armas de fuego de forma ilegal, "por lo que no podían adquirir las balas en establecimientos autorizados y tenían que recurrir al mercado negro para surtirse de las mismas", señalaron.

Armamento incautado

Los agentes identificaron a los compradores y localizaron los lugares donde sospechaban que podrían ocultar las armas ilegales, realizando un total de 17 entradas y registros en once provincias españolas. Finalmente, fueron intervenidas 339 armas de fuego –entre ellas pistolas, revólveres, rifles, fusiles, escopetas o incluso piezas artesanales–, 37.426 cartuchos metálicos de diferentes calibres, 13,2 kilos de pólvora, más de cien cargadores, dos granadas de fusil y cinco lacrimógenas, seis silenciadores, 7.230 fulminantes y grandes cantidades de vainas, proyectiles y máquinas de recarga para la fabricación ilegal de munición. Los investigadores se incautaron además de 10.600 euros en efectivo, procedes supuestamente del tráfico ilegal de armas.

La operación se saldó con doce detenidos, 17 registros en once provincias y más de 300 armas incautadas

La Guardia Civil destaca que a uno de los detenidos en Madrid se le intervinieron 109 armas de fuego, la mayoría de ellas cortas (pistolas y revólveres), entre las cuales se encontraban también un fusil de asalto automático AK47 de última generación y plenamente funcional, 11 pistolas detonadoras transformadas para efectuar fuego real y cuatro pistolas semiautomáticas de fabricación completamente artesanal; además de más de 14.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres, 5,6 kilos de pólvora para la fabricación de munición y abundantes piezas y componentes esenciales para el ensamblaje y manipulación de armas de fuego.

A otra de las personas detenidas en Toledo en el transcurso de la operaicón se le intervino un enorme arsenal de armas compuesto por 104 armas de fuego (75 cortas, 20 largas, 4 detonadoras transformadas para hacer fuego real y 5 armas prohibidas de otro tipo) y 5.936 cartuchos metálicos de diferentes calibres. Muchas de las armas incautadas a este detenido habían sido introducidas ilegalmente en nuestro país tras haber sido adquiridas por el mismo en el extranjero.

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