El Concello de Triacastela presentó una denuncia ante la Guardia Civil por los daños causados en el área fluvial de la localidad, donde personas desconocidas cortaron todos los árboles durante el pasado fin de semana.
La alcaldesa, Olga Iglesias, explicó que el ataque fue perpetrado contra 15 ejemplares que habían sido plantados el pasado otoño y que tenían una altura aproximada de tres metros. Se trata en su totalidad de especies autóctonas como castaños y robles, además de algún cerezo. Por el momento, se ignora si los autores utilizaron un machado o incluso una motosierra, pero lo que parece claro es que su intención era únicamente "facer dano", dado que dejaron en el lugar los restos de los árboles.
Los hechos fueron descubiertos el lunes, aunque todo indica que se cometieron en algún momento del fin de semana. A causa de la acción de los vándalos, también resultaron dañadas las estacas que servían de guía a los árboles.
El área fluvial de Triacastela, situada en una de las entradas a la localidad y cerca del consistorio, fue acondicionada hace solo unos meses con una ayuda de fondos europeos conseguida a través del Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) Ribeira Sacra-O Courel.
La actuación tuvo un coste de 26.000 euros y consistió en vallar la finca -junto al río Oribio y el regato de A Balsa-, mejorar los accesos, plantar los árboles ahora cortados e instalar mobiliario como mesas, papeleras y bancos.
Los terrenos en los que se ubica tienen una superficie de unos 1.500 metros cuadrados y fueron adquiridos por el Concello en la suma de 4.000 euros, financiados con cargo al convenio suscrito con Cementos Cosmos por la explotación de la cantera de Vilavella.
Junto a esta zona de recreo, que ya estaba siendo utilizada en los días de buen tiempo, se instaló un cartel explicativo de la subvención recibida para su acondicionamiento, letrero este que alguien también intentó desatornillar en las últimas horas.
Según algunas versiones, el pasado fin de semana se produjeron otros actos de vandalismo contra propiedades privadas de Triacastela, aunque de momento se desconoce si existe relación con lo sucedido en el área fluvial de titularidad pública.
CÁMARAS Y VIGILANCIA. Ante estos hechos, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de instalar cámaras de videovigilancia que actúen como elemento disuasorio, además de ayudar a identificar al autor o autores en caso de que se repitan situaciones similares.
De igual modo, la regidora solicitó a la Guardia Civil que incremente la vigilancia nocturna en Triacastela como medida de prevención de conductas vandálicas u otro tipo de actos delictivos.
