Los últimos datos oficiales de la peregrinación a Santiago de Compostela reflejan que casi la mitad de los peregrinos que eligen el Camino Francés comienzan su recorrido en el municipio de Sarria. Desde esta villa partieron el pasado año el 47,5% (88.509 personas), tres puntos más con respecto al 44,10% de 2017, pero el doble si se compara con las cifras de hace una década (23,18% en el balance del año 2009).
El informe estadístico de la Oficina de Atención al Peregrino correspondiente al pasado año desvela un nuevo récord en la peregrinación a Compostela por los distintos Caminos (327.378 personas), lo que supone un aumento de 26.342 con respecto a 2017.
El Camino Francés sigue siendo el preferido por la mayoría (186.199) pero, si bien crece en términos absolutos (5.462 peregrinos más que el año anterior), los datos oficiales no ocultan la caída libre que viene sufriendo porcentualmente. En los últimos diez años, esta ruta fue cediendo terreno en favor de otras, en un descenso progresivo que le hizo perder más de 20 puntos. Así, mientras en 2009 el Francés aglutinaba el 77,4% de los peregrinos, en los últimos doce meses apenas recibió al 56,88% del total.
MENOS KILÓMETROS. Los datos oficiales permiten concluir que cada vez hay más peregrinos, pero también más repartidos por otras rutas (principalmente, el Camino Portugués) y con menos kilómetros en sus botas. Las distancias cortas se multiplican, de modo que desde la localidad de Sarria, situada a poco más de 100 kilómetros de Compostela, no solo parten el 47,5% de los que eligen el Camino Francés sino que se consolida como principal punto de inicio entre todas las rutas (27,04%).
Por el contrario, Saint Jean Pied de Port continúa en segunda posición, pero bajando, de modo que en 2018 fueron menos los peregrinos que comenzaron en esta localidad (tanto en términos absolutos como relativos) que en 2017.
¿Beneficia a Sarria el hecho de ser elegida por una de cada dos personas para iniciar su peregrinación? Por un lado está la visión de aquellos que sostienen que este dato sitúa al municipio como referente en el Camino y centro de servicios, con 1.700 plazas de alojamiento y una estación de tren que tiene en los peregrinos a sus principales usuarios. Por otro lado, son cada vez más las asociaciones y entidades que abogan por evitar la "masificación" de los últimos cien kilómetros y recuperar el auténtico espíritu de la peregrinación con recorridos más amplios, no condicionados por la consecución de la "compostela".
A mayores, está el factor económico. Si la mitad de los peregrinos parten de Sarria, habrá muchos que lleguen la noche anterior para pernoctar en la localidad, pero también habrá otros muchos que recalarán directamente en la villa para comenzar a andar y que no dejarán ingresos en concepto de alojamiento ni de comidas, cuyos beneficios quedarán en localidades de siguientes etapas.
El efecto de los 100 kilómetros se deja sentir en Ferreiros
El efecto de los 100 kilómetros (la distancia mínima para recibir la "compostela", el documento que acredita haber realizado la peregrinación) ya se ha dejado sentir en Paradela, municipio en el cual se localiza el kilómetro 100 del Camino Francés tras perdelo Sarria con la nueva delimitación de la ruta aplicada en el año 2016.
La parroquia de Ferreiros, donde se sitúa este kilómetro, figura ya en las estadísticas como punto de inicio el pasado año de 731 peregrinos (0,22%), por delante de lugares como Logroño o Somport.
Triacastela y Samos
El incremento en el número de personas que se echan a andar en Sarria o buscan el punto kilométrico 100 supone un perjuicio para otros dos concellos de la comarca, Triacastela y Samos, que se pierden todos estos peregrinos.
Además, ambos municipios bajaron como lugar elegido para el inicio del Camino Francés. En Triacastela comenzaron el pasado año 2.540 personas frente a las 2.874 de 2017 y en Samos fueron 1.292 frente a 1.386.
