Los viticultores de Chantada discuten cómo tratar las viñas tras la granizada

El debate más controvertido es sobre el tipo de poda que mejor conviene a la recuperación
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photo_camera Un viticultor trata su viña en una de las zonas más afectadas por el granizo en San Fiz. MIGUEL PIÑEIRO

Ha pasado más de una semana desde la tremenda granizada que arrasó las viñas de la parroquia de San Fiz, en Chantada. Los viticultores de esta zona asumen el golpe y miran al futuro pensando en la mejor forma de tratar las plantas afectadas para recuperar sus cosechas.

Uno de los debates más importantes afecta al tipo de poda a desarrollar en aquellos puntos donde se cebó el granizo. Héctor Ferreiro, de Adega Castrofiz, tiene algo de experiencia por un fenómeno similar que le ocurrió en 2018.

''Vou vendo o que me vai pedindo a cepa e probo cousas que me saíron ben no seu día como podar a cego e un cotón. Se a pranta ten folla, intento gardala e despúntoa'', explica el bodeguero, quien apunta a la uva de la variedad garnacha como ''unha das máis afectadas na vara''.

Adega Castrofiz se ubica en la parte bajo el corredor de Monforte, carretera que llegó a cortarse al tráfico en los momentos de tormenta más intensos. Algunos de sus vecinos tuvieron una merma muy considerable debido a que, además del pedrisco, se adentró en sus propiedades el agua que caía con fuerza desde la vía. Los destrozos en las viñas son muy visibles en la mayoría de los casos.

En Adegas Amedo, Lorena Gay explica que estos días han echado sulfato en aquellas zonas no tocadas por el granizo. En un terreno de aproximadamente una hectárea quedan uvas supervivientes.

''Usamos cicatrizante con poco cobre. Cuando la planta empiece a florecer echaremos aminoácidos, unos nutrientes que van de la hoja a la planta y que le dan fortaleza a la vid'', indica la viticultora.

Sobre la poda, admite que en el entorno hay una ''importante controversia'' acerca de lo que es más conveniente y diferentes apuestas en función de con quien se hable. ''Os técnicos recomendaban cortar pola metade da vara, pero eu vía madeira moi mal e preferín facelo a cotón'', indica David Vázquez, quien hace unos años puso en marcha el proyecto Antonio do Nicho. En su caso, prefiere ''estar un ano máis sen producción e ter unha madeira decente''.

AYUDAS. El alcalde de Chantada y senador por Lugo, el popular Manuel Lorenzo Varela, recordó que desde la Consellería do Medio Rural ''vaise establecer unha liña de axudas''. También indicó que el PP presentará una iniciativa en la comisión de agricultura del Senado para que San Fiz sea declarada zona catastrófica.

Varela expresó que estas asistencias no serán necesarias solo para los viñedos. El regidor chantadés apuntó que el granizo dañó además huertas y cultivos como los de patata o castaña.

Por otro lado, el Parlamento de Galicia aprobó el jueves una proposición no de ley para instar a mantener las ayudas excepcionales a la financiación operativa de las bodegas en Galicia. La diputada popular Raquel Arias avanzó que se pedirá a la Xunta la regulación de mecanismos de apoyo a viticultores afectados por condiciones atmosféricas adversas.

El PSOE pide ayudas idénticas a las de 2016 en Sober
El portavoz de Agricultura del PSOE en el Parlamento de Galicia, Martín Seco, reclamó a la Xunta la concesión de ayudas ''idénticas'' a las concedidas a viticultores de la zona de Amandi, en Sober, en 2016, cuando sufrieron una granizada muy similar a la de la semana pasada en Chantada, con cuantiosas pérdidas.

Críticas

Desde el grupo parlamentario socialista acusan al PP y a la Xunta de ''rexeitar axudas directas para os viticultores''. Martín Seco aseveró que desde la tormenta ''non vimos ningún tipo de compromiso do Goberno galego, aparte de acudir á zona cos técnicos''. El representante del PSOE apuntó que pedir la declaración de zona catastróficas ''parécenos ben'', pero ve más importante actuar ''con rapidez para garantir a actividade nos próximos anos''.

500.000€

Fue la partida que, según precisó Martín Seco, se destinó a ayudar a los viticultores sobereses en 2016. ''Distribuíronse entre os afectados 7.000 euros por hectárea'', dijo.

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