En su mochila guarda recuerdos imborrables de sus viajes a más de cincuenta países, desde que a los 18 años decidió dedicar parte de su tiempo libre a conocer los cuatro puntos cardinales del planeta.
El monfortino José Jacobo es un declarado defensor del viaje "mochilero", porque es el tipo de turismo "que te marca, pues es con el que más interactúas con las demás personas", reconoce.
Este taxista en activo aprovecha la temporada baja para cruzar el océano, ya que en los meses de verano su trabajo no se lo permite, puesto que la Ribeira Sacra también se ha situado como uno de los enclaves turísticos dentro de Galicia.
Por ello, su calendario de viajes comienza sobre el 15 de septiembre y se extiende hasta principios de junio. Sus amigos, hijos y pareja son sus compañeros habituales de andanzas por el mundo.
Oceanía es la última frontera para Jacobo, aunque explica que es una expedición que tiene pendiente, y espera que pueda conocerla algún día, aunque está "enquistada", por la distancia que le separa de este continente.
Aunque no necesita meditar demasiado para acomodarse la mochila al hombro y volar. Reserva unas tres semanas al año para utilizar su pasaporte, pero si surge una oferta irrechazable de alguna compañía aérea sus dudas se disipan rápidamente, y se autofinancia una nueva aventura internacional.
Su último viaje fue a la República Dominicana, un destino que ya ha repetido en tres ocasiones más, pues cada vez descubre "una parte distinta de la isla". Y ya ha puesto sus ojos en La Palma, porque aún no la conoce y quiere echar una mano en su recuperación económica.
José Jacobo conoce la práctica totalidad del territorio español, y dentro de los viajes de larga distancia decanta sus preferencias por el sudeste asiático, sobre todo por Tailandia, Vietnam y Camboya. Otro viaje que le fascinó fue el realizado a Sri Lanka.
CUBA. Helena Pérez y Javier Arias, vecinos de Chantada, son otros viajeros que recuperan la actividad tras el covid. Eligieron Cuba este verano y pasarán once días, entre el 18 y el 30 de julio, con un grupo de amigos: "Era un destino al que le teníamos ganas antes de la pandemia, por la historia del país, las playas, el ambiente y la cultura cubana".
Acostumbran a viajar, y casi siempre por territorio nacional, pero es la primera vez que lo hacen a un destino de larga distancia, y tras acumular ganas durante la pandemia, se animaron. El año pasado visitaron Cádiz. En esta ocasión le ha tocado un destino más exótico y, además, Cuba no se quedará únicamente en La Habana, pues han optado por un itinerario pintoresco que incluye estancias en Viñales, Cienfuegos o Varadero.
