Los sindicatos ven un ataque a la huelga el sabotaje al quirófano de Monforte

Creen que alguien intenta entorpecer el paro e inciden en la falta de seguridad que, según han denunciado, afecta al centro hospitalario

Hospital de Monforte. TOÑO PARGA
photo_camera Hospital de Monforte. TOÑO PARGA

Los sindicatos con representación en el hospital comarcal han interpretado el sabotaje a uno de los quirófanos como un intento de entorpecer la huelga, que desde el pasado día 24 provoca paros los martes y jueves de cada semana. Los representantes sindicales exigen que se lleve a cabo una investigación y que se depuren responsabilidades ante un hecho "gravísimo".

La junta de personal lleva tiempo denunciando una presunta falta de seguridad en el hospital. "Calquera persoa pode acceder ás distintas zonas do centro sen ningún tipo de problema", aseveran. Creen que los acontecimientos ocurridos en los últimos días les dan la razón en este sentido.

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ya ha abierto una investigación para dilucidar lo sucedido en el hospital de Monforte, donde apareció una lata de cerveza en un quirófano. Concretamente, estaba junto al material que se utiliza para realizar operaciones y que permanece en una cámara especial para ser esterilizado.

Estos hechos tuvieron lugar el pasado viernes, después de la segunda jornada de huelga convocada contra la gestión del hospital. Fue una enfermera del servicio quirúrgico la que alertó de que había una lata junto a los instrumentos que debían usarse para llevar a cabo una operación programada para esa jornada.

Tras el extraño hallazgo, fueron revisadas todas las cajas con material esterilizado para comprobar si había otro sabotaje. Según pudo saber este diario, los quirófanos estuvieron cerrados al menos durante un día, una situación que no fue confirmada ni desmentida por el Sergas.

El organismo encargado de gestionar la sanidad en Galicia sí señaló que la persona responsable de introducir el citado objeto en el lugar habilitado para el instrumental quirúrgico se enfrenta a una considerable sanción, que podría llegar hasta al despido. El Sergas consideró el hecho como "puntual" y añadió que el único objetivo de esta acción era "prexudicar o bo facer dos traballadores do hospital".

La prudencia del Sergas a la hora de valorar lo sucedido contrasta con la visión del personal sanitario, que tildó el acontecimiento de "gravísimo", ya que la lata se encontró justo cuando un paciente iba a ser operado.

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