El reto de innovar desde la tradición

Tradicionalmente moderno. Así se autodefine Berso, el restaurante del chef Martín Mantilla que rinde culto al producto ecológico y de proximidad
Martín Mantilla en su huerta. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Martín Mantilla en su huerta. VICTORIA RODRÍGUEZ

EL CHEF Martín Mantilla abrió en plena pandemia el restaurante Berso, un negocio que instaló en la casa de su abuela en Sober, y con el que recupera esa cocina de toda la vida, con sabores sin disfrazar, a la que le da un toque de originalidad.

Después de un tiempo como socio en el restaurante Grelo de Sober y de dedicarse a la formación, Martín Mantilla emprendió en 2020 una particular vuelta a los orígenes, en la que juega con lo tradicional y lo moderno, como se refleja en el lema del Berso: "Tradicionalmente moderno". Su carta es una reivindicación de los alimentos ecológicos y de cercanía, parte de ellos de su propia huerta, como garantía de frescura. Lechugas, tomates, berenjenas, pimientos o pepinos son de producción propia. Esta filosofía se refleja en las ensaladas como la de tomate, con salmorejo, queso del país y bonito del norte, o la de sandía, aguacate, anchoas, salsa de yogur y crujiente de puerro.

La presencia de la huerta se evidencia también en las guarniciones que acompañan a otros platos y que les dan un punto especial. La del Berso es una carta que no está enfocada a la tradicional sucesión de entrantes y segundos, sino que se enfoca a que el cliente coma lo que le apetezca a un precio módico si se compara con la creatividad y calidad que acompaña su cocina.

El pescado es uno de los productos preferidos de Martín Mantilla, que siente predilección por la lubina, que suele preparar a la plancha, con lechuga cocida y aceite de pimentón. El sargo y el rape también aparecen en ocasiones en la carta, en la que también destaca el bacalao a la plancha sobre pisto, aceite de oliva y polvo de maíz frito.

Los platos de caza que elabora Martín Mantilla en temporada gozan de una gran aceptación, al igual que la ternera ecológica salteada con patatas, setas y castañas. También le gusta trabajar con el porco celta.

Entre los postres llama la atención su especial versión del algodón de azúcar, muy visual y vistoso, o las cañas rellenas de crema. Los vinos de Ribeira Sacra tienen un especial protagonismo, como no podía ser menos en Sober, tanto para su uso en la cocina como para su degustación.

Los caldos de barrica de la denominación y algunos blancos muy interesantes son la referencia en un restaurante que gana en verano con sus terrazas exteriores.


Dirección: Rúa do Progreso, 12, en Sober

Teléfono: 982.25.78.16

Precio medio: 35 euros

Estilo de cocina: creativa

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