La comarca de Quiroga espera por la cosecha de aceite de 2019, que todavía no ha visto la luz y que será, según las previsiones de los productores, más alta que la de 2018. Estiman que rondará los 40.000 litros, de los cuales aproximadamente un 60% servirán para el autoconsumo. El resto saldrá al mercado.
"Os prognósticos son moi positivos. Hai que ter en conta que na zona do concello que vai cara a Valdeorras é moi raro ver unha viña que non teña catro ou cinco oliveiras", comenta el alcalde, Julio Álvarez, para explicar la alta cantidad de aceite quirogués destinado al consumo propio.
En los últimos tiempos, este producto ha aumentado su relevancia tanto en Galicia como en el resto del mundo. De hecho, el regidor recuerda que se halla "entre os dez mellores do planeta" para el departamento de Química de la Universidad de Córdoba, considerado un referente a la hora de estudiar la calidad de los aceites de oliva de todo el mundo.
LA GRAN META. El mayor objetivo de los cosecheros locales es disponer de una denominación de origen propia. El proceso está en marcha y el expediente ha sido tramitado y enviado por la Xunta de Galicia a Madrid, desde donde el Ministerio de Agricultura deberá enviarlo a la Unión Europea para que esta institución dé el visto bueno y le otorgue este nivel de protección.
El aceite de Quiroga quiere contar con denominación de origen propia, cuyo expediente debe aprobarse en la Unión Europea
Mientras se espera por la denominación de origen, un grupo de personas conforman una especie de consejo regulador que establece una estricta normativa que los cosecheros deben cumplir. Los aceites son sometidos a un riguroso control de calidad para, una vez superado, recibir una contraetiqueta en la que se valida tanto la procedencia del producto como su calidad.
A este punto se llegó después de que el propio Ayuntamiento llegase a denunciar a una empresa por recoger la oliva en Extremadura, extraer el aceite en una almazara de Girona y comercializarlo como si todo el procedimiento se hubiese realizado en Quiroga.
El análisis hecho por la Universidad de Córdoba determinó, además, que el quirogués es un aceite de oliva virgen excepcional, que supera y en algunos casos llega a triplicar el mínimo de polifenoles exigidos por la Unión Europea para poder usar el etiquetado de producto ecológico, que es la otra gran meta a conseguir.
Esta distinción aparecería en cada botella y supondría una certificación más de la calidad del producto. En Quiroga confían en el método de producción artesanal del aceite en las almazaras del municipio para hacerse con este tipo de etiquetaje.
SU FIESTA, EN MAYO. El aceite dispone de su propia muestra de exaltación. Este año cumplirá 20 ediciones los días 22, 23 y 24 de mayo, si la crisis sanitaria no lo impide. La primera de estas jornadas está reservada para el primer Congreso Internacional do Aceite de Quiroga, que reunirá a autoridades mundiales del sector.
En estas sesiones se divulgarán las singularidades del aceite que se obtiene en la comarca de dos variedades de oliva autóctonas. Se trata de las aceitunas llamadas mansa y brava, que han comenzado a ser estudiadas en profundidad.
