Los monfortinos seguirán pagando lo mismo por mantener una sepultura en el cementerio municipal y por la transmisión de esta en caso de fallecimiento de su propietario original. Los partidos de la oposición votaron en la tarde de este martes en contra de una propuesta del equipo de gobierno que lidera el socialista José Tomé para que los precios se redujesen a la mitad.
En el pleno de la corporación se escuchó en más de una ocasión que se trataba de una iniciativa «electoralista», de cara "á galería", pues PP, no adscritos, BNG y Esperta señalaron que a efectos prácticos apenas tiene repercusión.
La edil Pilar López fue muy gráfica al indicar que los diez euros que se pagan al año por un único nicho "é menos que un café ao mes" y que pasar a cinco euros apenas tendría repercusión en los bolsillos de los ciudadanos. También habló de la necesidad de incidir más en la rebaja de transmisión patrimonial de las sepulturas, con precios elevados que, aunque hubiese la pretendida rebaja del 50%, son suficientemente altos para que las familias pretendan mantener como usufructuarios del nicho a sus antepasados para no hacer efectiva la tasa de actualización.
Por lo demás, los impuestos municipales quedarán congelados en 2019. No se aplicará ninguna subida, ni tan siquiera en los contratos de recogida de basura, abastecimiento de agua y piscina municipal climatizada, que el gobierno de José Tomé sí quería actualizar en función del Índice de Precios al Consumo (Ipc).
Las malas relaciones entre la oposición y Tomé son cada día más patentes. Por activa y por pasiva, los cuatro grupos que reúnen once concejales por los seis de los socialistas, solicitaron rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (Ibi) para que, dijeron, los vecinos notasen en sus bolsillos una verdadera reducción de la presión fiscal, pero Tomé se negó a ello aduciendo que el Ibi es el que permite, por ejemplo, mantener las fiestas patronales, realizar inversiones en el municipio y destinar cada año más dinero para la asistencia social.
El alcalde aseguró que el recorte pedido por el Partido Popular, de bajar el coeficiente del 0,60 al 0,50 supondría una merma de ingresos en las arcas municipales de unos 650.000 euros anuales, una cifra que consideró "necesaria" para mantener los servicios que se prestan.
