"Que non morrese é todo un milagre", dicen del despeñado en una pizarrera

José Rodríguez, de 39 años, salió de la Uci del Hula tras horas en observación. Solo tiene magulladuras y un fuerte golpe en el tórax
Momento en el que suben en una camilla al trabajador accidentado. EP
photo_camera Momento en el que suben en una camilla al trabajador accidentado. EP

Los milagros existen, Eso es al menos lo que piensa la familia, los amigos y los compañeros de José Rodríguez, un quirogués de 39 años de edad que en la tarde del miércoles, cuando manejaba una máquina paleadora en una de las minas de pizarra al aire libre que se explota en Vilarbacú se precipitó al vacío desde una altura cercana a los 100 metros arrollado por un desprendimiento de tierra.

Ni el más optimista, visto el accidente, daba un duro por su vida, pero José Rodríguez ha salido adelante con únicamente un cuerpo lleno de contusiones y un fuerte golpe en el tórax que afecta a sus costillas.

Tras el accidente y después de tres largas horas para rescatarlo en un lugar de muy difícil acceso, este trabajador de la pizarra fue trasladado por un helicóptero medicalizado del 061 al Hula, en Lugo, donde fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (Uci) para estabilizarlo y realizarle todo tipo de pruebas diagnósticas.

Este periódico ha podido saber que sobre las tres de la tarde de este jueves abandonaba la Uci y pasaba a ingresar en planta con un diagnóstico de magulladuras (contusiones) múltiples y un fuerte golpe en el tórax con afectación de las costillas, siendo su estado de salud favorable.

"Foi un milagre. Todos pensabamos o peor, que estivese rebentado por dentro, pero hoxe (por ayer a la tarde) soubemos que está ben, que non ten feridas graves", destacó una de las personas que participó en las labores de rescate, la misma que no dudó en señalar que se temían incluso lo peor, la muerte de este quirogués de 39 años, casado y con dos hijos, una joven de 17 años y una niña de 15, que es muy conocido y apreciado en el municipio.

recurrencia. Y es que este tipo de accidentes en las minas de pizarra son casi siempre, por desgracia, mortales de necesidad, al caer o bien las máquinas paleadoras o los grandes camiones que transportan el material desde decenas de metros de altura al ceder el terreno.

Sin embargo, los trabajadores de este sector minero señalan que los vehículos son "moy resistentes. Se unha persoa vai ben amarrada na cabina pode sobrevivir a unha caída", destacaron las fuentes consultadas, no sin añadir que "a boa sorte ten moito, pero moito que ver á hora de que un salve a súa vida".

agradecimientos. Los trabajadores de la pizarrera de Vilarbacú mostraron su agradecimiento por la rápida intervención de los servicios de emergencia que coordina la Xunta de Galicia a través del 112.

Además del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Quiroga, los bomberos del cuerpo comarcal de Monforte, la Policía Local quiroguesa, la Guardia Civil, y ambulancias del 061 llegaron a intervenir hasta dos helicópteros, uno del 061 y otro de salvamento marítimo, en concreto el Pesca II, que finalmente no pudo actuar debido a su tamaño y a las especiales características orográficas de la zona. Tras cerca de tres largas horas de trabajo se logró evacuar al herido, que se recupera de sus lesiones de forma satisfactoria en el complejo hospitalario de Lugo.

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