Fue el peor sorteo de la Lotería de Navidad que se recuerda en la Ribeira Sacra en años. Los vecinos han tenido que conformarse con unos pírricos premios, las pedreas que suponen una recompensa de cinco euros por cada uno jugado. Por su parte, los reintegros o los números acabados en siete —la terminación del Gordo— serán cambiados por otros décimos de la Lotería del Niño.
A pesar de esta falta de fortuna fueron muchos los que se acercaron durante la tarde de este martes por las administraciones de lotería para saber si recuperaban algo de lo gastado, encontrándose con grandes carteles que los animaban a seguir tentando a la suerte. Y es que este martes era el día del sellado de las apuestas del Euromillón, con un bote de 41 millones de euros.
No resultó extraño, como pudo comprobar este diario en una de las administraciones del centro de Monforte, que el que más o el que menos sellase al menos una apuesta, con un valor nominal de 2,50 euros, para hacerse con un botín supermillonario, nada comparable con los premios que reparte la Lotería de Navidad, pues el que disponga de un décimo del Gordo ingresará 400.000 euros. Por el contrario, el que acierte todos los números del Euromillón conseguirá esta cifra multiplicada por cien.
Los vecinos consultados sobre la diferencia de precios de las apuestas y de los premios en juego señalaron que, lógicamente, tanto Euromillones como La Primitiva o El Gordo cuentan con grandes premios; pero que jugar a la Lotería de Navidad es una tradición "en la que todos picamos", señaló una de las personas consultadas que este año dijo haber reducido el gasto a la mitad, pues pasó de 160 euros a 80. Añadió que la situación sanitaria y la incertidumbre económica no ayudan, ni mucho menos, a "despilfarrar el dinero en lotería".
Pero de regreso al Euromillón, es necesario saber que la probabilidad de que nos toque, que lleguemos a ingresar esos 41 millones en juego, es de una entre 114,5 millones.
