La panadería que sufrió un incendio en Canabal quedó reducida a cenizas

Los bomberos de Monforte tardaron cuatro horas en apagar las llamas, que se originaron a las 2.15 horas
Estado en el que quedó el inmueble de Canabal tras el incendio. BOMBEROS DE MONFORTE
photo_camera Estado en el que quedó el inmueble de Canabal tras el incendio. BOMBEROS DE MONFORTE

Un voraz incendio redujo prácticamente a cenizas una antigua casa de la localidad de Canabal, en el municipio de Sober, en la que en su planta baja funcionaba una panadería. El cuerpo comarcal de bomberos de Monforte tuvo que emplearse a fondo, durante más de cuatro horas, para que las llamas no saltasen a viviendas cercanas, pero también para intentar salvar tanto el horno como la zona en la que se ubican las amasadoras de la panificadora.

El resto del inmueble, el primer piso, el obrador y una de la dos entradas al edificio fueron pasto de las llamas. No hubo que lamentar daños personales, ya que la vivienda no estaba ocupada, solo funcionaba como panadería.

El lamentable suceso se originó sobre las 2.15 horas del lunes. Fue cuando unos vecinos alertaron a los servicios de emergencia del 112 de que salía una intensa humareda de la panadería y que tal circunstancia no tenía que ver con la cocción de pan, pues los propietarios del establecimiento lo abandonan todos los días sobre la una de la noche para regresar a primera hora de la mañana para hacer una nueva hornada.

Además de una dotación de tres bomberos que estaban de guardia en el parque comarcal con dos vehículos antiincendios, hasta Canabal se desplazó una carroceta motobomba de Protección Civil de Sober, agentes de la Guardia Civil y una ambulancia del 061 por si era necesario atender a algún herido, que no se produjo. Las labores de extinción fueron arduas y largas, según indicó el responsable del parque comarcal de incendios, pues se necesitaron hasta cuatro horas para apagar las llamas.

Los bomberos señalaron que desconocen las causas del siniestro, ya que este se produjo en la primera planta de la edificación, y no en el obrador.

Sea como fuese, el incendio acabó con la primera planta de la panadería conocida por todos como la de O Carruxo. Solo se salvó el horno, muy antiguo y de leña, y un almacén contiguo en el que los propietarios de la panadería tenían almacenado mucho material, entre él decenas de sacos de harina.

DE VILAESCURA. La casa afectada es en la actualidad propiedad de un vecino de la parroquia soberesa de Vilaescura, quien hace unos ocho años se la adquirió al dueño original, a O Carruxo. Se da la circunstancia de que este hombre regentó en este lugar otra panadería.

El vecino de Vilaescura se la alquiló hace un tiempo a una pareja para que explotase el horno. El negocio les iba bien, pues confeccionaban el llamado pan de pueblo que repartían tanto por el municipio como, sobre todo, en el de Monforte, con numerosos puntos de venta repartidos por la ciudad del Cabe.