El fiscal ratifica la petición de 10 años para el acusado de la violación en Chantada

La defensa pide la absolución e insiste en que la víctima se contradice, ya que primero detalló la agresión y después declaró que no la recordaba
El acusado de violar a una mujer en un pub de Chantada, en la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El acusado, en la Audiencia Provincial de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

El juicio contra el hombre acusado de violar a una joven en un pub de Chantada, con iniciales L.A.C., finalizó este viernes en la Audiencia Provincial de Lugo y el ministerio fiscal mantuvo su petición de diez años de cárcel, pero retiró la solicitud de expulsión del territorio nacional al considerar que el acusado tiene arraigo en España. Actualmente reside en Barcelona con su familia, donde trabaja.

El letrado de la defensa, por su parte, solicitó la libre absolución de su cliente al entender que no quedó acreditado que mantuviera relaciones sexuales con la denunciante en contra de su voluntad. Aun así, el abogado pidió que, en caso de ser condenado, se le aplicase la atenuante de dilaciones indebidas –ya que los hechos fueron denunciados en octubre de 2017– y se le impusiera una condena que no superase los dos años de prisión.

En el transcurso de la jornada del viernes prestaron declaración las médicos forenses que atendieron a la mujer tras la denuncia, quienes confirmaron que había restos biológicos del acusado en la vagina de la víctima y que no habían encontrado ningún tipo de lesión en el cuerpo de la mujer.

Estas circunstancias coincidirían tanto con la versión del acusado como con la de la víctima, ya que el hombre dijo que mantuvo relaciones sexuales consentidas con la mujer y ella contó que la forzó, pero que no se resistió "por miedo". El abogado de la defensa insistió en el hecho de que la joven detalló en su denuncia cómo había sido la violación y, sin embargo, seis meses después y en el acto del juicio dijo que tenía lagunas y que no recordaba nada del momento de la penetración. Las forenses declararon que "no hay una explicación médica" para este cambio de versión, aunque la psicóloga sanitaria que la atendió dijo que esto "tampoco sería tan descabellado".

Además de la condena de diez años de cárcel, el ministerio público pide para el acusado una medida de ocho años de libertad vigilada tras cumplir la pena, un total de 18 años sin poder acercarse ni comunicarse por ningún medio con la víctima y que le abone una indemnización de 15.000 euros por daño moral. Tras escuchar los alegatos de las partes, el juicio quedó visto para sentencia.