La Fábrica está de vuelta y hace una apuesta por la continuidad

ESTÁ DE VUELTA uno de los restaurantes exitosos de Monforte. La tapería La Fábrica, en el número 35 de la Rúa Escultor Francisco Moure, recibe otra vez clientes desde hace un mes y, aunque tiene nueva propiedad, su apuesta es exactamente la misma, como también la genuina imagen del local.

''Soy partidario de que en hostelería si algo funciona no se debe tocar'', afirma José Ramón Rodríguez, dueño del establecimiento y cocinero. Para muestra un botón. La cara del encargado de la gestión es novedosa, pero la carta no ha sufrido ninguna variación, como tampoco los proveedores. ''Queríamos dar continuidad a lo hecho por la propiedad anterior'', explica Rodríguez, hostelero con una importante experiencia en el sector y que afronta su primera aventura como propietario.

Una buena presentación, precios medios y la alta calidad de los productos son la bandera de La Fábrica. Por eso se ganó una buena fama y una cartera de clientes óptima. Y por eso es importante hacer reserva, sobre todo los fines de semana, para poder disfrutar de la comida en una de sus mesas.

Se acerca el verano y entre la llegada de visitantes a Monforte, que hacen sonar el teléfono muy a menudo, y los límites de aforo motivados por la pandemia, se hace muy recomendable ponerse en contacto previamente con el restaurante y guardar un sitio.

Una vez en La Fábrica solo quedar relajarse y pensar en pasar un buen rato ante un delicioso plato. Dice José Ramón Rodríguez que lo que más sale de su cocina son navajas, berberechos, chuletón y bacalao. La materia prima es fresca y obtenida de proveedores locales. ''Si le va bien al resto de Monforte a mí también me beneficiará'', apunta el dueño de La Fábrica, haciendo gala de una de las máximas del comercio de proximidad. 

El público ha recibido muy bien el regreso de este negocio, que abrió sus puertas el pasado mayo 

Acogida. El restaurante abrió sus puertas hace unos cinco años, pero tuvo que interrumpir su actividad el pasado diciembre. En mayo volvió a abrir las puertas y por ellas vuelve a entrar un importante número de clientes, dispuestos a saciar su apetito con el servicio ofrecido. José Ramón Rodríguez está encantado con el recibimiento del público. ''La gente respondió muy bien'', confirma.

La Fábrica tiene un muy buen nombre. Si la forma de trabajo es buena y la vía es la de la continuidad, el establecimiento parece toda una garantía. Este verano, al menos, no habrá cambios. Más adelante, el propietario valorará algunas modificaciones, pero más enfocadas a añadir creaciones gastronómicas propias que a retirar las ya existentes. ''Los clientes son los de siempre. No queremos perder a la gente de Monforte, siempre pensando en los que vienen desde fuera, por supuesto'', indica José Ramón Rodríguez, muy satisfecho de haber contribuido a que La Fábrica vuelva a funcionar a buen ritmo.

Es amigo personal del propietario anterior y estaba previsto que trabajasen juntos. Las circunstancias de la vida le han puesto al frente del restaurante en unos tiempos difíciles, cierto, pero en los que también es posible emprender.

Parece que la pandemia remite. Esperemos que pronto se pueda hablar de ella en pasado. Mientras tanto, aún toca adaptarse. La Fábrica tiene un aforo reducido al 50% de su capacidad, pero eso no significa que no se pueda entrar a disfrutar de una agradable comida o cena entre amigos.

Su público sonríe y le ha dado una calurosa bienvenida (de nuevo) a un restaurante que en poco tiempo se ha hecho un hueco importante en el sector hostelero de Monforte. La Fábrica está de vuelta en Escultor Francisco Moure.