El colegio A Gándara ha iniciado el proceso para abrir un expediente a un padre por absentismo escolar de su hija, que cursa quinto de primaria en ese centro educativo monfortino. El progenitor señaló que no mandó a la niña a clase tres días desde el regreso de las vacaciones de Navidad por miedo a un posible contagio, pues la incidencia del covid-19 en la ciudad del Cabe es ahora mismo muy elevada.
El afectado asegura sentirse indignado por la apertura del expediente, aunque, por otro lado, manifestó estar contento por la decisión tomada, ya que en el tiempo que su hija se ausentó se produjo un brote en el aula que tiene a casi la mitad de los alumnos confinados. A pesar de ello, relata, a la niña no le han sido justificadas las faltas.
"Si mi hija hubiera acudido a clase estos días también estaría en cuarentena", asegura el padre implicado, quien añade que uno de los alumnos sometidos a confinamiento comparte asiento con su hija en el autobús escolar.
El progenitor dice que tomó esta decisión para proteger a su hija y al resto de su familia, pues en la vivienda, subraya, hay personas con patologías que implican riesgos altos en caso de contraer el virus. A su juicio, el expediente es "absolutamente injusto".
"Bajo ningún concepto meteré a mi hija en la boca del lobo", asegura el padre
El padre dice también que ha actuado así desde el inicio del curso. Siempre que las clases se interrumpen por alguna fecha señalada, como es la Navidad, opta por esperar unos días para evitar que su hija se contagie. Ahora anuncia su intención de no mandar a la niña a clase hasta que mejore la situación epidemiológica en el centro —donde, según el último informe facilitado por la Xunta, hay dos nuevos casos de coronavirus— y en Monforte.
QUEJAS. El hombre implicado solicita al colegio que adopte más medidas para minimizar el riesgo de los niños a contraer el virus. En ese sentido, denuncia que su hija ha sido cambiada de sitio en el autobús escolar y en el aula. En el segundo caso asegura que fue "a petición de la madre de otro niño que se quejaba por el frío que pasaba dentro del aula".
El padre expresó que no tiene miedo de lo que le puedan hacer "si con esto tengo a salvo a mi hija". También resaltó que se ha dirigido al supervisor de zona de la Consellería de Educación para que se tomen cartas en el asunto.
"Bajo ningún concepto meteré a mi hija en la boca del lobo", concluyó el padre, quien solicita al colegio que rectifique.
Paso inicial
El centro precisó que solo ha comenzado la primera parte del proceso, que es la comunicación de la profesora a los padres y la búsqueda de soluciones. En Educación manifestaron que aún no tienen constancia de este problema.