Una nueva campaña en el recinto fortificado de Penas do Castelo, en la parroquia brollonesa de Salcedo, se encarga de desenterrar la entrada y la muralla del yacimiento, datado en el siglo IX a.C., hace cerca de 3.000 años. El objetivo es acondicionar la zona para recibir más visitas.
Según los expertos, los trabajos entrañan gran dificultad, tanto por la monumentalidad del complejo, como por la orografía de la zona. Al excavar y dejar al descubierto partes que estaban enterradas, los restauradores deben consolidar esas zonas, "para evitar o colapso", señala la directora del equipo, Alba Losada.
El estado del yacimiento es bueno, sobre todo teniendo en cuenta que fue construido en piedra seca, sin ningún tipo de mortero. El criterio de trabajo, asegura Losada, será "de mínima intervención, dando prioridade á conservación e garantido a súa estabilidade".
La muralla, que fue descubierta el pasado verano, cuenta con un gran interés, tanto por su antigüedad como por conservarse tramos de hasta tres metros de altura y ocho de espesor.
En cuanto a la entrada al yacimiento, los investigadores localizaron una zona externa de 80 centímetros de vano y una segunda de 2,5 metros, de carácter mucho más monumental. Entre ambos accesos se genera un espacio intermedio cerrado, que actuaría como una especie de trampa.
Benito Vilas, arqueólogo director de la cooperativa Árbore Arqueoloxía e Xestión, asegura que la estructura tiene "unha gran lóxica defensiva, xa que mentres o potencial inimigo se ve obrigado a pasar case dun en un pola primeira porta, os ocupantes do xacemento poderían saír en tromba dende a segunda e facer unha defensa efectiva".
Sorpresa durante los trabajos previos
Durante los trabajos previos a la restauración del acceso, los expertos hallaron en la entrada una línea de carbones y piedras rubefactadas que, a su juicio, corresponden con los restos quemados de una antigua puerta de madera.
Benito Vilas indica que estos restos pueden ser determinantes para, a través de un análisis mediante Carbono 14, "datar o probable momento de abandono do xacemento".
La actuación que se lleva a cabo estas semanas está financiada por la Consellería de Cultura, Educación, FP e Universidades, que invirtió más de 50.000 euros en los últimos tres años para financiar campañas de investigación.
Además, los trabajos cuentan con la colaboración de la comunidad de montes y de la asociación vecinal de Salcedo, así como el Ayuntamiento de A Pobra do Brollón. Su alcalde, José Luis Maceda Vilariño, cree que los últimos hallazgos en Penas do Castelo "complementan moi ben a nosa outra oferta arqueolóxica".