El chiste del puerto seco monfortino

Dieciséis años después de la presentación de la plataforma de mercancías el lugar que ocupa es un páramo

Estado en el que se encuentra la plataforma logística de mercancías de la ciudad del Cabe. AEP
photo_camera Estado en el que se encuentra la plataforma logística de mercancías de la ciudad del Cabe. AEP

El desarrollo de la plataforma logística intermodal de mercancías de la ciudad del Cabe, la que alguno bautizó con buen criterio como puerto seco, anticipándose en el tiempo a lo que hoy se puede ver en tal ubicación, bien podría haberle servido al gran humorista español Gila para desarrollar alguno de sus antológicos monólogos.

Un teléfono hacía de hilo conductor a Gila para tocar un tema que destacaba por un costumbrismo ingenuo que a veces llegaba a rozar el surrealismo. Pudo haber echado mano de la promesa hecha por políticos de todos colores de que el tráfico de mercancías de Galicia tendría su epicentro en el condado de Lemos.

Es tal el punto de infradesarrollo del que estaba llamado a ser el principal nudo de mercancías de Galicia, donde llegarían ingentes cargas de los puertos de Vigo y A Coruña para salir en tren hacia el resto de España y Europa, que muchos en Monforte no dudan en calificar aquella promesa de chiste (malo).

Los presidentes José María Aznar y Manuel Fraga presentaron el plan en el colegio del Cardenal en el mes de julio de 2001



No es para menos. Presentado en el mes de julio de 2001 en la pinacoteca del colegio del Cardenal de Monforte, en una sala llena de cuadros de El Greco y tablas de Andrea del Sarto y en un acto con la asistencia de los responsables de los gobiernos central y autonómico por aquel entonces, José María Aznar y Manuel Fraga, 16 años después, el proyecto, sí, está seco. Pasaron gobiernos de distintos partidos por la Xunta y ninguno fue capaz de darle el impulso necesario y, pese al dinero invertido, no hay nada de aquella plataforma logística prevista, solo un parque empresarial, y se presume que su puesta en marcha seguirá dilatándose.

Faltó gestión, pero también interés de las autoridades portuarias para que Monforte llegase a ser un punto de referencia para el almacenaje y clasificación de mercancías que deberían ser distribuidas por carretera o ferrocarril.

Los inicios ya fueron difíciles. La construcción de la infraestructura se ejecutó a cuentagotas, hasta que hace alrededor de tres años se dio por finalizada la conformación del espacio sobre el que deben de asentarse las empresas dedicadas a la distribución de mercancías.

Logrado tal objetivo trece años después del anuncio del proyecto, no cuatro como figuraba en el cronograma presentado en su día en el colegio del Cardenal, aparecieron otros problemas, situaciones que no fueron contempladas por los redactores del plan, tales como la conexión del puerto seco por carretera.

Hace solo poco más de un año que se remató la única vía de acceso a la plataforma logística desde una carretera comarcal a la que se llega tras sortear dos pasos a nivel situados en pleno casco urbano, una comunicación que a todas luces no cumple con los requisitos mínimos que debe tener una plataforma logística. Semanas atrás se anunció que se redactará un proyecto para prologar ese acceso hasta la carretera Nacional 120, algo que los sectores socioeconómicos de Monforte habían exigido desde el primer momento.

Así las cosas, el verdadero acceso al puerto seco, el que tiene que salir de la carretera nacional y futura autovía A-76 no estará listo, como muy pronto, hasta dentro de dos años.

No hay que olvidarse de otro despropósito, la falta de una estación depuradora de aguas residuales, cuya necesidad se constató hará en marzo de 2018 dos años cuando la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil la exigió al comprobar que el sistema de saneamiento de Monforte no estaba a la altura de las necesidades.

Después de varios retrasos, pues debía ejecutarse en solo tres meses desde su adjudicación, la obra parece que está lista, aunque ni desde la Xunta ni el Concello, que se unieron para asumir el coste de la actuación, se haya anunciado que ya está en condiciones de entrar en servicio.

Al puerto seco le faltan infraestructuras, pero también una gerencia que se encargue de darle visibilidad, de promocionarlo y, sobre todo, de ser un puente de comunicación con los responsables de los puertos gallegos a fin de establecer una estrategia común para que la comunidad no pierda el tren del transporte de mercancías europeo.

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