Los acusados de extorsionar al dueño de un club de alterne de Quiroga aceptan penas menores

Los dos principales acusados aceptaron penas de dos años y dos meses de cárcel ► Los otros tres, un año de prisión
Un momento del juicio. XESÚS PONTE
photo_camera Un momento del juicio. XESÚS PONTE

Cinco personas que este miércoles se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo acusadas de amenazar, extorsionar y secuestrar al propietario de un club de alterne de Quiroga que les debía dinero reconocieron los hechos en la vista oral. En virtud de un acuerdo de conformidad entre la defensa, el ministerio fiscal y la acusación particular, se beneficiaron de una notable rebaja de pena.

Inicialmente, la Fiscalía pedía para los acusados penas que sumaban 57 años de cárcel, 15 para los dos principales acusados y 9 para cada uno de los otros tres. Tras reconocer los hechos, y con la aplicación como atenuante de dilaciones indebidas —dado que este proceso comenzó en 2008—, los dos principales acusados aceptaron una pena de 2 años y 2 meses de cárcel, tres meses por cada uno de los tres delitos de amenazas, un año por el de secuestro y tres meses más por extorsión. Los otros tres aceptaron un año de cárcel por el delito de secuestro y tres meses más de reclusión por extorsión.

Uno de los abogados de la defensa, Iván Torres, afirmó que la "acusación era totalmente desproporcionada, habida cuenta de que se habla de un secuestro, según la versión del denunciante, pero no hay ningún indicio que acredite mínimamente la existencia de un secuestro". "Por lo tanto, todo lo demás, a partir de ahí es fruto de la imaginación de quien denuncia", dijo.

Además, el letrado recordó que "hay unas dilaciones indebidas", porque este proceso arranca del año 2008, "e incluso hubo gente que estuvo en situación de prisión preventiva durante un tiempo desproporcionado".

Las amenazas llevaron a la víctima a irse de Monforte

Según la Fiscalía, la víctima pidió prestados 12.000 euros a un interés del 25%, pero al llegar la fecha pactada para la devolución del dinero, como el hombre no pudo abonar la deuda, los acusados supuestamente lo agredieron y lo extorsionaron a él y a su familia, además de exigirles el pago de 150.000 euros.

El escrito de acusación recoge que, "como consecuencia de estar pasando una mala racha económica", el propietario del club de alterne contactó a través de uno de los investigados con dos prestamistas "conocidos en la zona como los murcianos", que le prestaron 12.000 euros a un interés del 25%, con la condición de que el dinero fuese devuelto el 13 de marzo de 2009.

Vencida la fecha sin que "hubiese abonado la totalidad del préstamo, ambos investigados comenzaron a llamarlo de forma insistente" para atemorizarlo, y lo amenazaron con enviarle "a los yugoslavos" para matarlo a él y a su pareja sentimental, después de violarla a ella en su presencia. Debido "al temor infundado por estas amenazas, decidieron irse de Monforte", donde residían, y "esconderse en otro lugar" con los teléfonos móviles apagados.

Posteriormente, ante la imposibilidad de localizarlo, los investigados acudieron a Monforte, donde la Fiscalía asegura que intimidaron a su madre, además de darle detalles, en tono amenazante, del internado donde cursaba sus estudios su nieto, hijo de la víctima, lo que motivó su regreso a la localidad en marzo. Allí recibió de nuevo la visita de dos de los investigados, que volvieron a amenazarlo de muerte.

Los acusados golpearon al hombre tras llevárselo a Ribadavia y le dijeron que la deuda se había incrementado a 150.000 euros

El 18 de marzo de 2009, los mismos investigados regresaron para presionarlo y al decirles el hombre que no podía disponer del dinero, lo obligaron a subirse en un coche y lo condujeron hasta una gasolinera en Ribadavia, donde habían quedado con los demás encausados.

Desde allí, lo trasladaron a "un campo alejado", donde lo golpearon en la cara y en el pecho, le dijeron que la deuda había subido a 150.000 euros y lo amenazaron con hacerle daño a su familia si no abonaba dicha cantidad.

De regreso a Monforte, obligaron a la hermana a entregarles su propio coche, un vehículo valorado en 4.770 euros que no ha sido recuperado.

Las amenazas continuaron hasta que los familiares denunciaron esta situación ante la Policía, cuyos agentes detuvieron a los investigados el 21 de marzo de 2009 a la salida de un pub, donde la víctima previamente había quedado con ellos supuestamente para realizar el pago de la deuda.