''Xa me ocupo eu de que non volva a escribir nunca máis''

Primer número de El Progreso PARA LA dirección del periódico se había nombrado al joven abogado don José Gayoso Castro, perteneciente a una conocida familia de Lugo y que pasados los años tuvo brillantísima actuación en el foro. Con Gayoso Castro hicieron este primer número de El Progreso, don Francisco Rodríguez Besteiro, don Manuel Martínez Fole, don Juan Ramón Somoza, mi hermano Antonio, entonces alumno de la Facultad de Derecho, y otros.

Puro de Cora Sabater / Lugo

Lugo, que andaría entonces por los treinta mil y pico de habitantes, mil más, mil menos, contaba en cambio, con cinco periódicos diarios, casi tantos como Madrid, e incluso, creo recordar que con un semanario: La Razón, que es de suponer la tuviese de existir. Pues, a pesar de tan variada prensa, la vida literaria de la ciudad se desarrollaba precariamente. Dirigía El Progreso Antonio de Cora, caballero cumplido, que hablaba en público y escribía con elegancia y humor. Él inició el tipo de Pelúdez, al llegar las fiestas de San Froilán.

Evaristo Correa Calderón / Lugo

Veñen á memoria moitos dos introitos que caracterizaban a un dos colaboradores históricos de El Progreso, Dionisio Gamallo Fierros: «Me propongo iniciar una larga serie de artículos...», aínda que logo, polo xeral, non pasaban de dous ou tres e á inacabada serie sucedíalle outra sobre os máis variados temas e impares biografías.

Eduardo Gutiérrez / Ribadeo

Leo todos los días El Progreso. Y muy bien, muy bien, han transformado ustedes el periódico en los últimos tres años y el resultado está siendo espléndido. Leí el reportaje con Francisco Lamas, el alcalde republicano de Lugo, y no se puede usted hacer una idea de la rabia que me entró. Pobre hombre. Era un chico formidable, pacífico, sensato, y hay que ver cómo se cebaron con él. Yo no lo sabía, ignoraba que todo esto había sucedido, aunque de haberlo sabido, dudo mucho de que yo hubiera podido hacer algo.

Evaristo Correa Calderón / Lugo

O Gaiteiro cumpre 150 anos, habendo acompañado a varias xeracións coas súas informacións de utilidade e de lecer e con contribucións de interese para a nosa cultura popular. Por iso doulle o meu recoñecemento e recupero parte dos meus recordos infantís dunha época, caracterizada pola escaseza e as limitacións.

Francisco Sineiro / Lugo

Cuando tenía algo dominado el comercio, me dediqué a hacer entrevistas periodísticas en El Progreso. En esos momentos estaba don Eladio Cornide, que a mí me quería mucho. Era el redactor jefe de El Progreso y estaba casado con una telefonista. Le llamaban de broma El Pájaro Negro, porque fue vestido de negro desde que le mataron a un hijo yendo de caza. Salíamos juntos él, que vivía en Paradai, Pepe Trapero y yo, que íbamos hacia la Plaza de España. Hacía pequeñas crónicas de fútbol y de baloncesto. Firmé como Lanzarote, que era el seudónimo de Armesto. Me lo dejó cuando se fue.

Alejandro Amieiro / Ribadeo

En una época todos empezaron a discutir la posibilidad de poner una línea de automóviles a A Fonsagrada, pero no llegaron a un acuerdo. Muchos opinaron que era preciso arreglar antes la carretera. Habíamos oído hablar de que en Fonsagrada se publicara antaño una revista quincenal, totalmente redactada en gallego, regionalista, de lucha política, agraria o cosa así. Se publica por los años inmediatamente anteriores a los de la guerra del catorce. Se titulaba O Tío Pepe y se imprimía en Lugo.

Ánxel Fole / A Fonsagrada

Después de darle un beso a mi padre, cogía el ABC de encima de su escritorio y me iba al sillón del fondo donde, una vez vistas las fotos de huecograbado, iba derecho a las páginas de las esquelas para devorarlas con atención una tras otra. Cuanto mayor fuese la esquela y más títulos tuviese el fallecido, mejor. Caballero de la Orden de una cosa, Barón o Vizconde de la otra, etc. y siempre fallecidos «bajo el amparo del manto de la Virgen del Pilar». En mi ignorancia me imaginaba que había un motorista encargado de ir de muerto en muerto llevando el consabido manto para que muriese bien amparado y me daba pena el trajín que tenía que darse el pobre motorista para complacer a la familia de tanto muerto ilustre.

Carlos Varela Prieto / Lugo

Xosé Trapero Pardo me dejó la huella de su humanidad. Tenía una capacidad extraordinaria para escribir. En fiestas familiares, después de comer se apartaba a un rincón y en una hora tenía compuesto un poema relacionado con el acontecimiento que se celebraba. Era muy buena persona, de una cultura grande y nada radical. Yo lo soy más.

José Pena Trapero / Lugo

Mi padre, que por cierto publicó artículos en El Progreso, me obligaba en vacaciones a preparar una asignatura del curso siguiente y a escribir una redacción diaria sobre cualquier cosa, los árboles, pues los árboles; una tormenta... y así un día tras otro. Posiblemente ahí nace el periodista, el escritor y todo. La verdad es que se me daba bien. Las Letras se me dieron bien desde el principio, pero siento no haber llegado a dominar la alta matemática, esa lengua que se habla con números y no con letras. Además, toda mi familia es de Ciencias.

José María Carrascal / Lugo

Contar lo que aconteció con aquella revista Ronsel, que nos dio por publicar a un grupo de amigos en la ciudad de Lugo va a hacer ahora justamente cincuenta años. Habrá que empezar por decir que la muy noble y muy leal ciudad de Lugo -nunca hollada ni conquistada de moros, que por ello si no los tiene merece sobradamente esos títulos heráldicos-, allá por el año 1924 presentaba un ambiente, un medio intelectual desolador, suficiente para comunicar un desánimo total al más entusiasta escritor incipiente y jovenzuelo.

Evaristo Correa Calderón / Lugo

Aos quince publiquei un artigo dicindo que o Gran Capitán era de Chantada. Estaba Bocelo de director. Aquilo sentou moi mal aos de Córdoba. Chamaron ao gobernador, a Bocelo e, a través de Ánxel, o correspondente, avisaronme a min. Tivemos que vir onda o gobernador, Guillermo Ruipérez Pérez del Gallego. E Bocelo díxome: «En que te baseaches, ho?» E eu tiña un libro que se chamaba ‘Apuntes para a historia de Chantada’, de 1903. E díxenlle: «Neste libro que trae iso aquí». E Bocelo contestoume: «Non o leves, porque senón nolo quitan e logo non o temos para defendernos». Fomos onda o gobernador. E di o gobernador: «Onde vai este neno?» Di Bocelo: «É o que escribiu o artigo». E di o gobernador: «Pois xa me ocupo eu de que non volva a escribir nunca máis». Todo o que escribín a partir de entón asinábao o Ánxel. O Ánxel deume esa cobertura para que eu seguise escribindo coa anuencia de Bocelo e sobre todo, de Ánxel Fole.

Afonso Eiré López / Riopedroso / Laxe / Chantada

Ata onde eu lembro, sempre quixen ser xornalista. Estar onde acontecen as cousas e intentar contalas tal e como acontecen. Moitas veces penso se realmente consigo isto último, pero aí está o apaixonante desta profesión. Hai dez anos tiña moitas dúbidas sobre se esta era a palabra máis axeitada; se esta expresión era a que mellor reflectía o que vira; e tantas outras que entón pensaba que cos anos, e a experiencia, iría superando. Pero non, iso non cambiou nestes dez anos, e espero que non cambie nunca.

Marcos Méndez / Lugo

Antoloxía da Memoria de Lugo:El Progreso: luns, mércores e sábados.TeleLugo: martes, ás 22.00 horas. Reemisión diaria. Dirección: José de Cora. Imaxe: Memé Díaz. Ilustracións: Vinicius. Fotografía: Arquivo EP.

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