Síndromes xeriátricas

Luisa Velasco Prieto

LOS SÍNDROMES geriátricos son un conjunto de síntomas que se presentan con frecuencia en la ancianidad consecuencia de la disminución de la reserva funcional del organismo (una menor capacidad de respuesta al estrés) que condiciona una presentación atípica de enfermedades comunes y que adquieren gran importancia ya que exigen un diagnóstico y tratamiento precoz. 

¿Por qué son tan importantes? Son importantes por su alta frecuencia y porque provocan en todos los casos una notable disminución de la calidad de vida del anciano. Lo que hace necesario un rápido reconocimiento y tratamiento de estos cuadros para conseguir la máxima recuperación posible y evitar así una cascada de acontecimientos adversos.

El síndrome confusional agudo es un síndrome geriátrico, ¿en qué consiste? Es un conjunto de síntomas como la desorientación, alteración del comportamiento, del lenguaje, agitación o alucinaciones, que se da en algunos ancianos con escasa reserva cognitiva que sufren una enfermedad física (infecciones o descompensaciones). Se presenta de forma aguda, incluso en horas, y es uno de los trastornos más desconcertantes para las familias y de difícil manejo, de ahí la importancia de consultar precozmente ante cualquiera de estos síntomas.

¿Por qué ocurre esto? El envejecimiento normal implica una serie de cambios neurológicos como menor flujo sanguíneo cerebral, disminución del número de neuronas y de las conexiones entre ellas, lo que condiciona una disminución de la reserva cognitiva. Esto significa que para realizar una tarea un anciano emplea más neuronas que una joven, quedando menos «neuronas de reserva» para las situaciones de estrés como puede ser una enfermedad aguda o la descompensación de una enfermedad crónica. Al tratar la enfermedad aguda desaparecen la desorientación y la agitación y el anciano vuelve a su situación previa.

Otro síndrome geriátrico es el estreñimiento. ¿En qué consiste? Es el enlentecimiento del ritmo intestinal de modo que disminuye el número de deposiciones (una cada tres o cuatro días) o la cantidad de la deposición aunque sea diaria, con disconfort y sensación de falta de evacuación completa.

¿Por qué es importante? Porque se da con gran frecuencia en ancianos y es causa de graves complicaciones como la impactación fecal, que es un acúmulo de heces de gran volumen, muy difícil de expulsar y que puede desencadenar obstrucción intestinal, diarrea paradójica, fisura anal, úlceras en la mucosa del colon con sangrado rectal..., pudiendo ser causa de ingreso hospitalario.

¿Por qué se produce estreñimiento? Existen muchas causas y normalmente se dan varias en una misma persona. Hay causas físicas como divertículos, fisura anal, hemorroides, colon irritable; farmacológicas, como algunos antidepresivos, diuréticos, antiácidos, opiáceos; alteraciones del potasio o magnesio; enfermedades neurológicas como neuropatías, demencias, ictus, depresión; una inadecuada alimentación e hidratación y, como no, la inmovilidad. Una vez detectadas las causas se ha de instaurar un tratamiento y unas medidas higiénico-dietéticas así como un adecuado seguimiento para evitar nuevos episodios.

¿Qué es el síndrome de inmovilidad del anciano? Es una disminución progresiva de la movilidad y de la capacidad para desempeñar actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones motoras. En muchas ocasiones el origen está en las patologías como la artrosis o el dolor crónico, la insuficiencia cardiaca o respiratoria avanzadas, la demencia severa, el ictus, la depresión o la toma de medicamentos; el hipotiroidismo, la diabetes mellitus, pueden ser todas ellas causas desencadenantes de inmovilidad.

¿Qué consecuencias tiene? Se produce atrofia y disminución de la fuerza muscular y secundariamente alteraciones del equilibrio y la marcha. Disminuye el apetito, aumenta el estreñimiento, la fatigabilidad y la tendencia al síncope, con intolerancia progresiva al ejercicio. En pacientes con muy poca movilidad pueden aparecer úlceras en los lugares de apoyo -glúteos, espalda, talones (úlceras por presión)-. Esto conlleva una importante merma de la calidad de vida.

¿Se puede hacer algo? Sí. No se puede evitar el envejecimiento, pero se puede mejorar la calidad de vida evitando o retrasando la aparición de los síndromes geriátricos. El síndrome confusional agudo, el estreñimiento, la inmovilidad y otros síndromes pueden y deben ser tratados, siempre tras una valoración cuidadosa y una detección precoz.

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