Cómo saber si se consume el internet que realmente se ha contratado

La utilización de Wi-Fi no te asegura el consumo máximo de la velocidad que hayas contratado. Puedes comprobar la velocidad de tu conexión a internet a través de páginas webs

Un portátil

Cuando se contrata con alguna compañía los servicios de internet, te ofrecen una serie de cantidades de gigabytes o megas que igual no son los que realmente se disfrutan luego. Esto posiblemente se deba a la utilización del Wi-Fi, ya que la velocidad máxima de un Wi-Fi estándar es de 56 Mbps. Sin embargo, la baja velocidad del internet no solo se da por la utilización del Wi-Fi, existen más causas como la distancia con la central, la interferencia de otros equipos o al estado de la línea. 

Para saber si realmente se está consumiendo el internet a la velocidad que se paga, lo primero que hay que hacer es un test de velocidad de internet. Se realiza de manera sencilla a través de páginas webs, como por ejemplo www.testvelocidad.es. Una vez que se haya comprobado que la velocidad es menor a la que se ha contratado se puede empezar a buscar el problema para intentar resolverlo. 

En primer lugar, hay que tener claro qué tipo de internet se ha contratado, es decir, si se consume internet a través de ADSL o fibra óptica. Esto es importante porque, en el caso de utilizar ADSL, es muy complicado que se pueda consumir la velocidad que se contrata. Sin embargo, en el caso de tener fibra óptica, sí que se debería poder disfrutar de la máxima velocidad sin ningún tipo de problema.

Para poder aprovechar la máxima velocidad de nuestro router, se debe conectar a través del cable y no por Wi-Fi, ya que suele haber una serie de circunstancias que ralentizan el internet. La opción del cable, nos suele asegurar la mayor velocidad siempre ya que no existe ningún tipo de intermediario que pueda ralentizar la conexión. Por ello, si quieres comprobar que el internet funciona adecuadamente, tienes que comprobar la velocidad de las dos formas.

Puede que la baja velocidad de la conexión se produzca por algún problema derivado de hardware. Para comprobar que todo funciona de manera correcta y sin ningún tipo de problema, hay que cambiar todos los cables. Se ha de cambiar el RJ-11 que conecta el router al PTR y el RJ-45 que conecta el router con la ONT y comprobar que ambos están correctamente montado y no están dañados. Además, también hay que asegurarse de que los cables que conecta el ordenador con el router están en perfecto estado, en caso contrario, cambiarlos por unos de categoría 5e o superior. 

Por otro lado, es importante tener en cuenta que si la velocidad contratada supera los 100 Mbps, tanto el ordenador como el router tienen que disponer de una tarjeta de red Gigabit Ethernet para poder hacer frente a una velocidad tan alta. En el caso contrario, es muy difícil, por no decir imposible, que se reciba la mayor velocidad, lo que no es beneficioso para el consumidor. 

El último problema que nos puede ralentizar el uso de internet es el que venga provocado por un software del ordenador. Esto puede generarse por diversos motivos como por ejemplo, muchas aplicaciones en segundo plano utilizando ancho de banda o una mala configuración del firewall. Para comprobar esto, en caso de utilizar el sistema operativo Windows, se ha de arrancar el ordenador con el modo seguro o a prueba de fallos. Una vez encendido así, hay que realizar un test de velocidad de internet para comprobar y descartar que el fallo provenga de algún software.

Para realizar el test de velocidad de internet que nos verifique que la velocidad es la correcta hay que tener en cuenta una serie de pasos. El primero y principal, es conectar el dispositivo a través del cable, por que si se hace a través del Wi-Fi, no siempre se alcanza la máxima velocidad y se pueden producir oscilaciones que nos den resultados erróneos. Hay que asegurarse de que no hay otro dispositivo conectado al router, ya que eso puede hacer variar los niveles de velocidad. Además, es esencial tener todas las aplicaciones cerradas para evitar que haya algún tipo de consumo de internet por parte de alguna aplicación en segundo plano y modificar los resultados. Por último, has de comprobar la velocidad de internet en función de lo que tengas contratado, es decir, has de escoger la opción que hayas pagado, ADSL o fibra óptica. El siguiente paso del proceso, es acceder a una web y clicar al botón de "comenzar el test". Tras ello, queda comprobar los datos que se extraen e intentar descubrir de dónde proviene el fallo, si es que lo hay.